La primera para un técnico mexicano
Esta semana pueden conquistar el cetro de la liga
Lunes 16 de diciembre de 2024, p. a11
Efraín Juárez, ex jugador de Pumas de la UNAM, llegó al banquillo del Atlético Nacional, el club más popular del futbol colombiano, con las reticencias de quien se hace cargo de una misión importante y es un desconocido en esas tierras.
La incipiente carrera del mexicano como entrenador hizo arquear la ceja de los más escépticos, pues lo consideraban un inexperto sin pendones. Ese mismo técnico le devolvió el esplendor al equipo verdolaga y lo convirtió en campeón de la Copa Colombia, la séptima que conquista el equipo paisa, y en posibilidad de lograr el doblete con el título de Liga que disputará esta semana ante el Tolima.
El Atlético empató sin goles en su visita al América de Cali, pero la victoria global de 3-1 le dio el trofeo, otro para el equipo más ganador de las tierras cafetaleras. El partido tuvo que ser interrumpido al minuto 85 por desórdenes en las tribunas y la invasión a la cancha de algunos aficionados que se indignaron ante la posibilidad de que el rival celebrara en estadio ajeno.
La ventaja que consiguió el cuadro verdolaga en el Atanasio Girardot de Medellín permitió administrar las emociones y el juego. Todo a su favor, Juárez dispuso que su equipo fuera ordenado y muy prudente, sin arriesgar de manera innecesaria, porque lo que estaba en juego no era un espectáculo, sino el campeonato de Copa. Y ese, había que conquistarlo a toda costa porque el compromiso del entrador mexicano estaba empeñado.
América estuvo presionado desde el inicio y se notó. Fue un equipo intensamente ofensivo y con iniciativa de balón, pero con ese nerviosismo, que lejos de abonar en el cometido puede obrar en contra. Avanzaban los minutos y el conjunto de Cali movía su líneas para estar el mayor tiempo en terreno enemigo. Querían acortar la distancia en cualquier forma.
Mientras que el Nacional aguantaba y defendía, con orden y paciencia porque el desgaste ofensivo ya lo habían hecho en casa durante el juego de ida. Juárez se notaba nervioso, como cualquier técnico en una final, pero al mismo tiempo se veía con el control que garantiza haber invertido un buen dividendo en el primer juego; sólo había que consumar lo que ya habían avanzado.
Llegar a esta instancia significó recorrer demasiado para el Nacional y para Juárez. El mexicano fue expulsado en un duelo ante el acérrimo rival Deportivo Independiente Medellín por una supuesta celebración para provocar a la afición de los adversarios
. Días después, volvieron a echarlo de la cancha por un festejo similar aunque iba dirigido al suelo. La sanción que quería imponerle la autoridad de aquella ciudad era descomunal: prohibirle la entrada a estadios por tres años. El castigo fue interpelado y sólo recibió la suspensión por varios partidos. Incluso, esta final de ida tuvo que dirigirla en el banquillo otro mexicano, el asistente técnico Luis Pérez.
Juárez regresó triunfal del castigo para dirigir este domingo y ganar esta Copa al frente del equipo paisa. No pudo festejar esta vez, pues cuando faltaban cinco minutos, los aficionados del América protagonizaron disturbios. El duelo se suspendió y minutos después se dio por terminado el encuentro. Atlético Nacional es campeón y Efraín Juárez, el hijo pródigo.
El miércoles jugará el duelo de ida de la final de liga ante el Tolima, y Juárez está ante el umbral de un acontecimiento, quizá de leyenda, para el futbol mexicano.