En una atestada sala 4 de la Cineteca Nacional se presentó el libro Vestuario 1931-1981, 50 años de creación en el cine mexicano, coordinado por Elisa Lozano, quien en entrevista con La Jornada mencionó: El chispazo inicial de este ejemplar fue cuando me di cuenta de que varias directoras de arte como Lucero Isaac o escenógrafos tan importantes como Manuel Fontanals también diseñaron vestuario. Hace 10 años de eso y ahora se concreta este bonito proyecto.

En la publicación, editada por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (Amacc), Armando Casas, Mariestela Fernández, Roberto Fiesco, Gabriela Pulido y Hugo Lara, coordinados por la investigadora Elisa Lozano, realizaron un repaso al vestuario cinematográfico, la moda, el diseño y la restauración de textiles, en el cine mexicano.

Elisa recordó que una vez implantada la idea en su cabeza ya no pudo desterrarla, así que con calma y de poquito a poquito comenzó abordar el tema de forma cúbica: De lo primero que me di cuenta fue de que no había ninguna información sobre el tema y como no soy experta en vestuario ni diseñadora conjunté a este grupo de especialistas que me mostraron el fulgurante mundo del vestuario.

Expresó también que es un libro pionero por su tema y visión, que propone un recorrido por la trayectoria y aportaciones de quienes crearon el vestuario de los intérpretes de las películas nacionales filmadas durante ese lapso. Un rico crisol en cuya creación participaron vestuaristas, modistos de fama internacional, escenógrafos, actrices, sastres, y directores, unidos por un objetivo común: el de contar historias y mostrar las características de los personajes a través de la forma en que visten.

Lozano descubrió muchas cosas, entre ellas que, además de los escenógrafos y diseñadores de arte, pintores tan importantes como Roberto Montenegro, Agustín Lazo o Brian Nielsen, diseñaron vestuario. Incluso damas de la sociedad, que no tenían nada que ver con el cine, crearon vestuario al igual que directores como Alejandro Jodorowsky o Federico Curiel; actores como Rita Macedo también lo hicieron.

▲ Dolores del Río en su personaje de María Candelaria.Foto tomada del libro presentado

En la presentación, el director Roberto Fiesco, se refirió al libro como el primero en la materia que se realiza en el país, además de estudiar la historia del séptimo arte a partir de esta mirada nueva, como lo es el punto de vista del vestuario, de sus creadores, de los géneros y hechura. Es una obra muy completa porque no sólo hay artículos sobre un periodo específico dentro del cine, sino en torno a creadores de los que hay muy poca información o no están consignados en la bibliografía del cine mexicano y eso es muy relevante.

Sobre su colaboración que se centra en la figura de la actriz y diseñadora teatral y cinematográfica, Lillian Oppenheim, precisó: “Me interesa el teatro de los años 40 y 50, específicamente el teatro de Seki Sano y Elisa me pidió una pequeña colaboración sobre Lillian, quien es la diseñadora de La diosa arrodillada, de Roberto Gavaldón”.

El director de la Amacc, Armando Casas, indicó: El texto es una maravilla porque nos llevó a que en la anterior ceremonia del Ariel el tema fuera el vestuario en el cine mexicano. El atuendo es fundamental para contar las historias, narra también la película y los personajes se cuentan y se revelan a través de él.

El cineasta Hugo Lara colaboró con un texto sobre Alberto Vázquez Chardy, “un vestuarista de origen español exiliado en México, quien participa en El conde de Montecristo. Me llamó mucho la filmografía de los años 40 que está centrada en las grandes obras de la literatura universal como Los miserables que mostraba esa ambición del cine mexicano de ser una cinematografía cosmopolita única”.