Miércoles 11 de diciembre de 2024, p. 4
Satori Ediciones comenzó un pequeño espacio enfocado en la literatura japonesa como parte de la obsesión de dos editores españoles: Marian Bango Amorín y Alfonso García Cabeza. Hoy día, sus textos son éxito rotundo no sólo en ese país, sino en México y América Latina, donde han logrado posicionarse como una de las firmas más importantes especializadas en la cultura nipona.
En entrevista con La Jornada, la directora editorial Marian Bango habló sobre sus complicados inicios en la industria y el creciente interés del público joven en los textos de la cultura japonesa que ellos han traducido, lo que les ha valido ser un éxito entre estos lectores.
Nosotros iniciamos Satori en 2007, más como necesidad personal de ambos. Estábamos muy interesados en esa cultura milenaria, fue algo desde pequeños y cada uno por su lado. Yo creo que muchos admiradores de la cultura japonesa encontraron eso en común
.
Marian y Alfonso descubrieron que no había muchos textos japoneses traducidos al español que no fueran los escritores clásicos o de renombre internacional, por lo que se dieron a la tarea de encontrar nuevos talentos y textos desconocidos. Además, contactaron con traductores y especialistas.
Suena a ingenuidad, pero hoy día podemos decir qué bendita locura, porque así fue como nos pudimos encontrar con este pequeño hueco que nos permitió crear Satori. Los primeros años tuvimos que ser mesurados y empezar con un libro al año, pero en 2011 nos dimos cuenta de que había muchas personas que tenían esta idea en mente; nos lo empezamos a creer más y hoy ya me dedico enteramente a la editorial
, comentó emocionada.
Satori significa iluminar
en japonés, y justo con esa idea en mente ambos crearon el sello. Han publicado numerosas colecciones como la de Maestros de la Poesía, enfocada en la figura emblemática del haikú, versos que se escriben en líneas de cinco, siete y cinco sílabas.
No sólo es poesía, sino literatura para todos los gustos: desde relatos policiacos, crimen y terror, pasando por la historia de disciplinas artísticas como la pintura, el teatro y la danza, e incluso el título Sakura, diccionario de la cultura japonesa actual.
También publicaron una colección especializada en manga, que abarca desde los inicios, incluyendo el paso por Katsushika Hokusai, hasta las técnicas y obras contemporáneas. Además, rescataron historias emblemáticas como la de Ema Saiko, poeta y pintora que vivió en los siglos XVIII y XIX y abandonó los estrictos roles sociales que ataban a las mujeres para dedicarse únicamente al arte.
“Cuando iniciamos nos enfocamos en los ensayos, específicamente sobre historia de Japón durante el periodo de la Restauración Meiji. Eso nos abrió las puertas con expertos en literatura y nos permitió realizar mejores traducciones, que hacemos directo del japonés.
Estamos interesados en autores inéditos; queríamos ir más allá de los populares, como Mishima, Soseki, Kawabata, Yoshimoto, Dazai y Murakami. Queremos trascender lo actual y encontrar historias desconocidas. Fue así que adquirimos seguridad de nosotros mismos y comenzamos a crear numerosos textos
, detalló Bango Amorín.
La colección más reciente está basada en el manga, la cual está hecha a lo Satori, porque nos dedicamos a investigar no tanto lo más comercial, sino que quisimos traer a la luz a autores de los años 70, no tan conocidos pero sí de las obras más primigenias
, aseguró la editora. Agregó que están trabajando en una colección de poesía clásica que no es haikú y abarca hasta las obras contemporáneas.
“En España, muchos de los editores no se atreven a indagar en las figuras poéticas que no sean el haikú, que es la más emblemática; sin embargo, nosotros queremos traspasar esa barrera y enfocarnos a lo contemporáneo. Somos outsiders, queremos rascar en lo desconocido”, aseguró Marian.
“Estamos muy contentos de visitar México, sentimos satisfacción. Hemos avanzado mucho con los libros que hemos publicado. Agradecemos que nuestro público siga con nosotros, tenemos una conexión especial. Por eso cuidamos muchos aspectos: el papel, las portadas, los autores, las obras... y lo seguiremos haciendo.
Cuando vemos a los jóvenes me sigo asombrando, porque uno pensaría que se van por textos sencillos, pero no, quieren subir a la montaña de lo difícil y eso es impresionante. Me alegra mucho, porque nos vemos reflejados, así empezamos y nuestro futuro es muy promisorio con ellos
, concluyó la editora.