México, el país más peligroso para ser cura, revela informe
Martes 10 de diciembre de 2024, p. 11
En el sexenio de Andrés Manuel López Obrador los asesinatos de sacerdotes disminuyeron con relación a pasadas administraciones; sin embargo, México es el país más peligroso de América Latina para ser cura, pues hay que tomar en cuenta que en este periodo 25 religiosos fueron agredidos o asesinados, señaló Omar Sotelo Aguilar, director del Centro Católico Multimedial (CCM).
En conferencia presentó el reporte anual 2024: Violencia contra sacerdotes, religiosos e instituciones de la Iglesia católica en México, el cual ofrece datos e hipótesis de los más de 80 casos de clérigos asesinados desde 1994.
“En el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) se reportaron cuatro casos, entre ellos el crimen de tres curas y un cardenal (Juan Jesús Posadas Ocampo), con Ernesto Zedillo (1994-2000) hubo tres en Michoacán, Oaxaca y Coahuila.
“Con Vicente Fox (2000-2006) se reporta el asesinato de cuatro sacerdotes y un diácono en Chihuahua, Jalisco, Baja California y Ciudad de México.
En el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) la cifra se eleva a 25 muertos: 17 sacerdotes, tres religiosos y cinco laicos, entre ellos una periodista católica en Ciudad de México, Hidalgo, Aguascalientes, Michoacán, Guerrero, Puebla, Veracruz, Oaxaca, Chihuahua, Tamaulipas, Baja California, Sinaloa, estado de México y Durango
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Con Enrique Peña Nieto (2012-2018) se da cuenta de 33 casos: 19 sacerdotes, dos desaparecidos, un seminarista y cinco laicos abatidos.
En el periodo de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) se contabilizaron 25 en total: 10 sacerdotes ultimados; además, un seminarista, siete obispos y siete padres violentados, en sucesos ocurridos en Baja California, Tijuana, Matamoros, Cuernavaca Morelos, Guanajuato, Durango, Chihuahua, Jalisco, Michoacán y Chiapas, detalló el director del CCM.
Los estados con mayor número de religiosos muertos de 1990 a 2024 son: Guerrero, con 11 casos; Ciudad de México, ocho; Michoacán y Chihuahua, siete, y Jalisco y estado de México, cada uno con seis casos.
El documento apunta a que de 2018 a 2024 al menos 10 sacerdotes fueron asesinados, 10 padres y religiosos violentados, dos desaparecidos por más de 10 años, y cerca de 900 que sufrieron extorsiones y amenazas de muerte.
Pero no sólo eso, en el país, cada semana alrededor de 26 recintos sagrados, desde ermitas y oratorios hasta grandes templos de toda la Iglesia, son profanados.
El análisis refiere que se trata de una tendencia que afecta anualmente a 12 por ciento de los aproximadamente 11 mil templos de las 19 provincias eclesiásticas del país.
Sotelo Aguilar agregó que hay dos curas desaparecidos. A la fecha no se tienen noticias del padre Santiago Álvarez Figueroa, de la diócesis de Zamora, desaparecido desde el 29 de diciembre de 2012, así como el padre Carlos Órnelas Puga, de quien no se tiene noticia desde el 3 de noviembre de 2013
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En su análisis el reporte dice, por otro lado, que ataques a sitios religiosos tienen las siguientes tendencias: 21 por ciento de las agresiones contra estos lugares son cometidas por delincuentes dedicados al robo exprés de objetos religiosos a menor escala y de escaso valor.
El segundo enfoque representa 42 por ciento y concierne a profesionales del crimen organizado especializados en el robo de arte sacro. El último, 37 por ciento, es de grupos que atacan por diversos motivos de intolerancia y discriminación religiosa.