Martes 10 de diciembre de 2024, p. 23
Madrid. Asesinos
y culpables
gritaron ayer decenas de deudos de víctimas y afectados de la catástrofe natural de la DANA del pasado 29 de octubre de Valencia, ante los dirigentes políticos del gobierno autonómico, presidido por el derechista Partido Popular (PP), y de la administración central, integrada por la coalición de izquierdas del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Sumar, en el funeral celebrado en la catedral de Valencia.
Expresaron su indignación abandonando el recinto una vez que entraron los líderes políticos.
La ceremonia fúnebre fue organizada por el arzobispado de Valencia, con lo que no tuvo el carácter de funeral de Estado, de ahí que el gobierno central no confirmó su presencia hasta el mediodía, que consistió en una delegación formada de urgencia integrada por la vicepresidente primera, María Jesús Montero, el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, y la ministra de Ciencia y Tecnología, Diana Morant, quien además es de origen valenciano y fue alcaldesa de la ciudad de Gandía.
El presidente Pedro Sánchez no asistió, en contraste con los reyes Felipe VI y Letizia, además de todo el gobierno autonómico valenciano, con su presidente Carlos Mazón a la cabeza, y líderes políticos de otras regiones.
El enojo con las autoridades se debe a que la mayoría se enteró por los medios de comunicación de que se iba a celebrar la misa y no fueron invitados de forma oficial, además de que muchos consideran que lo más oportuno era esperar a que terminara la búsqueda de las cuatro personas desaparecidas. Pero el principal motivo del malestar fue por la presencia de los políticos, a quienes acusan de ser responsables de la mala gestión de la tragedia y de no haber realizado las obras necesarias para impedir la catástrofe.