Martes 10 de diciembre de 2024, p. 16
Antes de publicar la Ley de Ingresos, el gobierno mexicano decidió posponer por seis meses el cobro del derecho de no residentes (DNR) a los turistas que llegan al país en cruceros, un impuesto que se iba a cobrar a los extranjeros que arriban por mar a partir del primero de enero de 2025, dio a conocer la Asociación de Cruceros de la Florida y el Caribe (FCCA, por sus siglas en inglés).
Luego de una reunión con funcionarios del gobierno mexicano, el viernes, la FCCA reconoce la decisión del gobierno federal de aplazar la aplicación de su nuevo impuesto de la Ley Federal de Derechos de los pasajeros de cruceros del primero de enero al primero de julio de 2025
, señaló la asociación estadunidense.
Se trata de un tema que ha estado en el ojo del sector turístico, sobre todo de la industria de cruceros en las últimas semanas, toda vez que el gobierno mexicano planeaba cobrar 42 dólares desde el siguiente año a los turistas que llegaban en embarcaciones, gravamen del que estuvieron exentos al menos por una década.
Precisó que si bien el aplazamiento propuesto proporciona un respiro temporal, se requieren medidas integrales para abordar las preocupaciones más amplias sobre el impacto devastador
del impuesto en el turismo de cruceros, la economía de México y los medios de vida de sus comunidades costeras.
La FCCA apuntó que el cobro del DNR, que entraría en vigor tras el aplazamiento, impondría un cargo adicional de 42 dólares (860 pesos mexicanos) por pasajero, además del promedio actual de 20 dólares (408 pesos mexicanos) por impuestos y tasas que ya se cobran a los visitantes de los puertos mexicanos, lo que supone un aumento de 213 por ciento en el costo medio en los puertos del Caribe, “lo que plantea serias dudas sobre la competitividad de los destinos mexicanos en el mercado mundial de cruceros.
Imponer tal carga a los turistas de cruceros con un tiempo mínimo de estancia real en México disuadirá a los visitantes, alterará los itinerarios de los cruceros y tendrá efectos económicos en cadena en las comunidades que dependen en gran medida del turismo de cruceros
, expuso la FCCA.
Según la asociación, una modesta reducción de 15 por ciento en la llegada de cruceros a puertos mexicanos podría anular los beneficios económicos previstos del impuesto.
Con una previsión de más de 10 millones de pasajeros en 2025, incluso un descenso mínimo en el tráfico de cruceros supondría una pérdida de millones de dólares en ingresos para las empresas, excursiones y servicios locales, lo que anularía o incluso superaría los ingresos fiscales totales previstos con la medida. Tales resultados podrían infligir un daño significativo a las comunidades dependientes del turismo en México, socavando el propósito del impuesto
, añadió.