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Ciudad perdida

Altos sueldos y evadir impuestos, privilegio que pelean unos cuantos // Empresario incursiona en la política // La amenaza de la ultraderecha

L

a necesidad de ampliar el espectro partidista en México ha despertado el apetito por el poder de muchos personajes que, además, reclaman el supuesto derecho de los muy ricos de no pagar impuestos.

Es evidente que en la arena política hay una serie de profesionales que requieren de un organismo que les abra un horizonte muy amplio desde donde se puedan proteger, también, los intereses por los que han incursionado en la política.

En la derecha, la que ha quedado huérfana, la reacción no tiene quién los represente. Los personajes militantes de Acción Nacional que usualmente abogaban por los intereses de la iniciativa privada y de la Iglesia han caído, en el mejor de los casos, en el descrédito.

La salida de priístas y panistas de sus trincheras partidistas y el requerimiento de no renunciar a los beneficios que ofrece la vida de la militancia los ha llevado a ingresar a organismos donde parece que no caben. Un ejemplo muy claro es el de Javier Corral, un tránsfuga del PAN que no halla lugar en Morena.

Con ese panorama, algunos importantes hombres de negocios se han dado a la tarea de ir platicando con los que no encajan en las bregas de izquierda que de pronto se imponen, pero se mantienen dentro de Morena, por ejemplo, por falta de chamba.

En el ámbito de la iniciativa privada hoy se habla ya de la enjundia con la que un empresario, de los que ha logrado fortunas que se cuentan en los miles de millones de dólares, empieza a recabar experiencias y a pedir ayuda a los personajes de la derecha populista para formar un partido político con tintes de derecha extrema en México.

La extrema derecha española encarnada en Vox, el salvadoreño Nayib Bukele y el sicópata argentino Javier Milei son, según se dice, quienes alimentan el deseo del empresario que habla de la necesidad de la pluralidad partidista en México.

Está claro en todos los que le oyen que en este hombre no hay ningún atisbo de conseguir un sistema más justo para los habitantes del país, sino de establecer ciertas canonjías que le permitan seguir aumentando su fortuna sin mirar hacia los requerimientos legales que pudieran afectarle.

La voz del empresario ya ha sido escuchada por varios políticos que nada tienen qué hacer en Morena ni tampoco en el desempleo y también por intelectuales huérfanos del poder.

Con esas municiones, parece que el año que viene darán la sorpresa y anunciarán a un partido de ultraderecha en México con el que puedan competir, en cuanto la ley se los permita, para tener algún representante en las cámaras, con lo que el PAN caería en desuso y podría estar a punto de la extinción. Aguas.

De pasadita

¿Qué pasa en el Tribunal Electoral de la Ciudad de México? Ahora, después del reclamo de un trío de nuevas consejeras del INE porque su salario era del mismo tamaño al que obliga la ley, los jueces electorales decidieron darles la razón y ponerlas fuera de cualquier legislación.

El asunto es más grave de lo que pudiera suponerse, primero porque las funcionarias del INE le han dejado claro a la gente que lo que menos les importa es la ley y que la chamba que lograron no tiene qué ver con un compromiso de justicia, sino de posibilitarse una movilidad social que no podrían lograr de otra manera.

Y lo peor es que ellas son las que tendrán que organizar las elecciones, y resulta muy difícil creer que esa organización puede ser totalmente honesta si ya sabemos que su reclamo no es por lo que dice la ley, sino por el reclamo de sus chequeras. Ya ni la amuelan.