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No sólo de pan...

De policultivos o viabilidad alimentaria

C

uando hace más de 500 años, la conquista de los ibéricos sobre nuestros territorios mesoamericanos deformó las sociedades ya milenarias, compuestas en ocasiones por distintas comunidades que mantenían relaciones comerciales y compartían manifestaciones culturales y concepciones religiosas, no las desaparecieron, pues los invasores ibéricos no sólo no se asimilaron con los nativos, sino que los discriminaron y diezmaron con notable crueldad, tanto contra los habitantes como con sus símbolos con incendios, destrucción, saqueo de sus riquezas materiales, y asesinatos, torturas, violaciones físicas y morales…

Pero los nativos del continente eran tan inteligentes como los invasores y el desprecio de estos permitió que los nativos conservaran lenguas y religiones, modos alimenticios y solidaridad comunitaria; en una palabra, que conservaran sus respectivas culturas, porque los iberos no se mezclaron masivamente con las y los indígenas, de modo que la única simbiosis religiosa dio la imagen de un Dios y una Virgen, que rápidamente revistieron a otras deidades respetadas. Gracias a esto, los invasores, sin proponérselo, protegieron habitantes –hombres, mujeres y niños– para explotarlos de una u otra manera, sin saber que en ellos protegían a la vez ancestrales culturas que habrían desaparecido del planeta, y nosotros, los mestizos, no sospecharíamos siquiera lo que fueron nuestras raíces.

Porque al final, fue la fuerza de las culturas prehispánicas la que venció a los invasores en el tiempo, tanto por la riqueza material e inmaterial de la vida cotidiana de las poblaciones originales, como por su moral social igualitaria y comunitaria basada en una base económica sustentada por las milpas, las cactáceas y los animales de corral, el tequio (trabajo comunitario) y la figura femenina poderosa.

¿Por qué resistirnos, si hemos bien-nacido en estas tierras, a acotar el neoliberalismo a su lugar, y continuar siguiendo el modelo de agricultura impuesto por Europa, cuando sus monocultivos sólo a ellos conviene?

Es urgente que la 4T haga lo históricamente correcto: recuperar los policultivos ancestrales de cada región de nuestro territorio, para provocar una reacción en cadena virtuosa a través del mundo, en Asia, África y América meridional y andina. Recuperar los riquísimos policultivos del arroz, los tubérculos farináceos y del maíz, levantando una barrera ante la expansión de los monocultivos de Triticum con que la cultura occidental deshizo nuestros suelos, pues impuso este modelo de cultivo a todos los frutos de la tierra, cambió nuestras respectivas dietas, nos discriminó y acomplejó, haciendo creer a millones de personas ser inferiores para inculcarles el antihumanismo que enarbola un Occidente prepotente y suicida.

http.cruzadaporlamilpa.org.mx