Sábado 7 de diciembre de 2024, p. 20
Seúl. El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, se disculpó ayer por su intento de imponer la ley marcial esta semana e hizo una reverencia durante un discurso televisado a la nación, a sólo unas horas de una votación prevista sobre un juicio político.
Suk-yeol afirmó que no trataría de eludir la responsabilidad legal y política por su decisión, que, según comentó, nació de la desesperación. Lo siento mucho y me gustaría pedir sinceras disculpas a la gente que se sintió conmocionada
, afirmó.
El discurso fue la primera aparición pública del líder desde que revocó la orden de ley marcial el miércoles, sólo seis horas después de que fue declarada y después de que el Parlamento desafió los cordones militares y policiales para votar en contra del decreto.
Han Dong-hoon, líder del Partido del Poder Popular, al que pertenece Suk-yeol, declaró que el presidente ya no estaba en condiciones de cumplir con su deber público y que su dimisión era inevitable.
Dimisión inminente y juicio a su esposa
Además Dong-hoon agregó que Suk-yeol era un peligro para el país y que debía ser apartado del poder, aumentando la presión sobre él para que dimita.
En tanto, el Parlamento sudcoreano votará para llamar a una investigación contra la esposa del presidente del país, Kim Keon-hee, por las acusaciones de corrupción e injerencia en las elecciones antes de considerar la moción de destitución al mandatario, informó la agencia de noticias Yonhap.