París. El Partido Socialista francés afirmó ayer que está dispuesto a negociar para romper el bloqueo político en el país, anunció el primer secretario de dicho fuerza política, Olivier Faure, tras conversaciones con el presidente Emmanuel Macron, aunque señaló que las prioridades de la izquierda deben respetarse en las conversaciones.

Queremos políticas de izquierdas con un primer ministro de izquierda. Éste es el mensaje que él (Macron) debe entender ahora, después de haber elegido a Michel Barnier, indicó Faure, tras reunirse con el mandatario.

El secretario socialista afirmó que está dispuesto a apoyar un gobierno más amplio, ya que todo el mundo puede ver que el actual estancamiento político perjudica a Francia, y añadió que no podría trabajar con otro premier derechista bajo ninguna circunstancia.

Por su parte, la alcaldesa de París, la socialista Anne Hidalgo, llamó en el canal público France 2 a una alianza de responsables republicanos porque no merece la pena precipitarse hacia el caos.

Hidalgo, que no se presentará a la relección, espera que el próximo primer ministro sea de centro-izquierda, aunque se autodescartó.

Se desmarca Melénchon de dirigente socialista

Mientras, el líder de la La Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Melénchon, criticó a Faure por hablar con el presidente y afirmó en las redes sociales: Nada de lo que está haciendo es en nuestro nombre o en el del NFP (Nuevo Frente Popular).

Los socialistas forman parte del NFP, alianza constituida por la izquierda para aumentar sus opciones en las pasadas elecciones legislativas de julio, y del que forman parte también los partidos LFI, Europa Ecología Los Verdes y el Partido Comunista.

En un discurso pronunciado en horario de máxima audiencia antier, el presidente Macron declaró que anunciará a un nuevo premier en los próximos días en remplazo de Barnier, destituido en una moción de censura por los legisladores molestos por su austero proyecto de ley presupuestaria de 2025.