Acceso a Internet de calidad y conectividad variable, infraestructura desactualizada y habilidades digitales limitadas entre docentes y estudiantes, son sólo algunos de los obstáculos que enfrentan las universidades en América Latina y el Caribe para afrontar la transformación digital.

El informe Transformar el panorama digital de la educación superior en América Latina y el Caribe, elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), advierte que 30 por ciento de las instituciones de educación superior en la región no tienen una oferta virtual, y al menos 40 por ciento de los profesores universitarios no tienen acceso a Internet, lo que limita las oportunidades educativas de los alumnos.

El impacto de la pandemia de covid-19, destaca el reporte, fomentó una innovación y adaptación sin precedentes. Los gobiernos, por ejemplo, invirtieron en infraestructura tecnológica y herramientas de aprendizaje digital, mientras las universidades lanzaron programas híbridos y en línea.

Sin embargo, advierte, el cambio se centró principalmente en respuestas de emergencia en lugar de estrategias sostenibles y a largo plazo para una transformación digital integral.

El estudio, elaborado el Instituto Internacional de la Unesco para la Educación Superior en América Latina y el Caribe, en asociación con el Centro Internacional para la Innovación en Educación Superior, destaca la necesidad de que las universidades de la región adopten estrategias digitales a largo plazo y flexibles que no sólo incorporen nuevas tecnologías, sino que también desarrollen agilidad organizacional para resistir futuras disrupciones.

Además, deben mejorar las competencias digitales de docentes y estudiantes, a fin de maximizar los beneficios de la educación digital, pues afirma que fomentar el uso de la tecnología y garantizar la familiaridad de los estudiantes con las herramientas digitales no es suficiente para que se produzca la transformación digital, ni para cambiar sus actitudes hacia las iniciativas de esa índole.

En el caso de los docentes, señala que 75 por ciento no se sentían preparados para usar las nuevas tecnologías digitales en sus clases, siendo la falta de formación digital el principal reto, además del escaso acceso a Internet y la necesidad de una mayor financiación.

La Unesco se pronunció por asegurar que los avances digitales lleguen a áreas con menos recursos y remotas para evitar la ampliación de la brecha educativa, y favorecer un enfoque coordinado que involucre a gobiernos, instituciones y socios internacionales, a fin de fomentar un ecosistema digital robusto.