Jueves 5 de diciembre de 2024, p. 6
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Cervantes crearon ayer el Observatorio del Español para América Latina y el Caribe, con el propósito de analizar el tratamiento de esta lengua en la enseñanza y las nuevas tecnologías en los países americanos.
La firma se concretó en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara entre el rector de la universidad nacional, Leonardo Lomelí, y el director del instituto, Luis García Montero.
Este centro pasará a formar parte de la red del Observatorio Global del Español (OGE), el cual será el coordinador
de varios departamentos destinados al mismo fin, pues ya cuenta con el Centro de Lengua Española y Culturas Hispánicas en Harvard.
Entre las actividades consideradas en el documento para el inicio de su actividad, se incluye la elaboración de investigaciones sobre el español en sus distintas versiones (uso, conocimiento, aprendizaje y estudio), especialmente relacionados con la demolingüística, tanto en los países hispanohablantes de la región como en los no hispanohablantes.
También estudiará el tratamiento de la lengua española en diversos ámbitos de América Latina y el Caribe, tales como la enseñanza, la traducción, los medios de comunicación y la ciencia. En esta misma línea, abordará la situación del idioma en las nuevas tecnologías (especialmente las del lenguaje) en los países americanos.
Adicionalmente, tendrá por objetivo proyectar la imagen y la identidad de los países hispanohablantes, además de la lengua española y la cultura en el plano internacional, especialmente en las áreas de América donde no sea hablada. Asimismo, transmitirá valores de convivencia y respeto a las identidades, así como de humanismo y ética en la cultura hispánica, tanto en entornos naturales como en el digital.
Este centro de investigación nace con la finalidad de fomentar el conocimiento y prestigio de la lengua española desde el espacio latinoamericano, promoviendo su valor, en coexistencia con otras lenguas con las que convive en las diversas regiones de América Latina y el Caribe.
Sus tareas están dirigidas a tres ámbitos diferenciados: el de las instituciones, el de la investigación y el de la transferencia de conocimiento.