Miércoles 4 de diciembre de 2024, p. 23
Tiflis. La policía de Georgia volvió a usar anoche cañones de agua y gases lacrimógenos para intentar dispersar a los manifestantes proeuropeos que protestaban por sexta noche consecutiva en Tiflis, la capital del país caucásico. La crisis estalló luego de las elecciones legislativas de octubre, ganadas entre acusaciones de fraude por el partido en el gobierno, Sueño Georgiano, y se agudizó la semana pasada con la decisión del primer ministro, Irakli Kobajidze, de aplazar las negociaciones de adhesión a la Unión Europea. Kobajidze, a quien la oposición reprocha una deriva autoritaria y prorrusa, acusó ayer a sus rivales políticos y a ONG de orquestar la violencia
en estas protestas que, asegura, son financiadas desde el extranjero
. Aunque menos numerosos que en veladas anteriores, miles de manifestantes se concentraron nuevamente en Tiflis y lanzaron fuegos de artificio contra el Parlamento y la policía, informó Afp. El Ministerio de Interior acusó a los manifestantes de arrojar objetos contundentes, artefactos pirotécnicos y objetos inflamables
. La presidenta proeuropea Salomé Zurabishvili, que respalda las protestas, denunció un uso desproporcionado
de la fuerza arrestos masivos y maltratos
por parte de la policía.