Lunes 2 de diciembre de 2024, p. 26
Tiflis. La policía de Georgia usó ayer gas lacrimógeno y cañones de agua en el cuarto día consecutivo de manifestaciones pro Unión Europea, tras la negativa del gobierno de organizar nuevos comicios como lo exige la oposición.
La ex república soviética celebró elecciones legislativas el 26 de octubre. El partido en el poder, Sueño Georgiano, reivindicó la victoria, pero la oposición denunció irregularidades y pidió nuevos comicios, reclamo secundado por la presidenta del país, Salome Zurabishvili, quien tiene poderes limitados.
Por supuesto que no
, respondió el primer ministro, Irakli Kobajidze, a periodistas que le preguntaron si el gobierno, acusado de deriva autoritaria pro rusa, aceptaría organizar nuevas elecciones.
Las protestas estallaron en la capital, Tiflis, y otras ciudades, luego de que Kobajidze anunció el jueves la decisión del gobierno de aplazar hasta 2028 las negociaciones de adhesión a la Unión Europea.
El Ejecutivo quiere que el país forme parte del bloque para 2030.
Las protestas fueron dispersadas y se saldaron con más de 150 detenidos y decenas de agentes heridos, según la policía. La Asociación Georgiana de Abogados Jóvenes calculó que son 200.
En algunas instancias la policía persiguió a los manifestantes por varias calles, golpeándolos y disparando balas de goma y gas lacrimógeno.
Levan Jabeishvili, líder del opositor Movimiento Nacional Unido, denunció que fue agredido por unos 15 policías enmascarados que intentaron detenerlo, y que pudo escapar con ayuda de otros manifestantes.
En paralelo a las manifestaciones, cientos de funcionarios y jueces publicaron declaraciones comunes en señal de protesta, y unos 160 diplomáticos georgianos criticaron la decisión del gobierno, al considerar que va en contra de la Constitución y que conduce al aislamiento internacional
del país.