arrancó mejor que nunca
El encuentro donará un día de taquilla a los afectados por las inundaciones ocurridas en Valencia, España
Lunes 2 de diciembre de 2024, p. 3
Guadalajara, Jal., Miles de lectores, novatos y viejos lobos de mar, todos transformados en un solo ente cazador no únicamente de ofertas, sino de selfis con autores y personalidades, acudieron el primer fin de semana de la edición 38 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) que sorprendió por la enorme cantidad de personas que en el arranque del encuentro se aventuraron a dejarse engullir por la vorágine que significa recorrer los pasillos del recinto que alberga la cita.
Los editores dieron gracias a los dioses del libro que este año hicieron coincidir la apertura con el día de quincena, pues el público llegó más que puesto y dispuesto para la compra.
El sábado, luego de la inauguración del pabellón de España, país invitado de honor, la FIL era un hervidero sobre todo de jóvenes a la caza de libros de romance y fantasía. A las 2 de la tarde era ya imposible llevar buen paso y el calor hizo mella sobre todo en algunos adultos mayores, a los que les subió la presión, pero fueron atendidos de inmediato en el puesto de primeros auxilios.
Un poco de agua y a seguirle
, dijo con entusiasmo doña Leticia, empeñada en terminar de recorrer y conocer los estands de los más de 2 mil 400 sellos editoriales que participan este año.
Este domingo, de nuevo las multitudes inundaron la FIL, con muchos padres con pequeños en carriolas abriéndose paso para llegar a tiempo a algún taller o poder elegir la mejor edición de El principito, uno de los libros más buscados para iniciar a los hijos en las delicias de la lectura.
En la entrada a la Expo Guadalajara se colocó un grupo de activistas que solicitaba firmas de apoyo a la propuesta que harán a la FIL de tener en alguna futura edición a Palestina de invitado de honor; anunciaron que para el próximo jueves realizarán un mitin.
En tanto, la joven quinceañera y gran lectora Luisa dice satisfecha que convenció a tres amigas y a su novio para acompañarla a buscar libros de sus autoras favoritas: Alex Mírez y Natalie Bernard. Espera contagiarlos con su pasión por la lectura, pues a sus acompañantes no les gusta mucho leer, pero no desisto. A mí me gustan los libros de acción y asesinatos, aunque también adoro una antología de los Hermanos Grimm que me compré aquí el año pasado
.
En el módulo de la editorial Akal los libros más buscados son los cuentos rusos, “y se sigue vendiendo muy bien Filosofía de la liberación, de Enrique Dussel, además de que tenemos descuentos en nuestras ediciones ilustradas de los relatos de Edgar Allan Poe y de Las mil y una noches”, comentan quienes atienden ese sitio.
Ahí junto, en el espacio de Siglo XXI Editores, vuelan, como siempre, los libros de Eduardo Galeano y muchos sobre educación sexual por los que preguntan, sobre todo, padres de familia.
En el torbellino, algunas personalidades pasaron desapercibidos, como Cuauhtémoc Cárdenas, a quien un joven preguntó simplemente dónde quedaba un salón.
Por la Avenida de los Cronistas (como se llama uno de los pasillos) va Cecilia, librera afincada en Los Cabos; comparte que compró 400 libros que llevará para su clientela, en su mayoría jóvenes hoteleros, a los que les gustan los libros de superación personal
; para ella, lleva títulos de política, filosofía y la biografía de su novio
, el futbolista Mbappé.
Frente al estand de Grano de Sal, el flujo de visitantes se detiene respetuosamente unos segundos cada vez que alguien quiere tomarse su selfi con la ilustración de unas alas hechas de libros.
Más adelante, en el espacio de la editorial Pura Pinche Fortaleza, especializada en novela gráfica mexicana, hay un par de agudos lectores, Mario, de 11 años, y su hermano Galileo, de seis. El primero cuenta que ya leyó la historieta Niño terror, y sí asusta, te la recomiendo. Voy a la mitad del segundo tomo, y tengo ya el tres. Ahorita voy a ver qué me compran mis papás
. Sus progenitores lo miran orgullosos y, por supuesto, también se declaran amantes de las historias de horror: “ya nos leímos todos los libros de Guillermo del Toro, Oscura, Nocturna y otros”
A nadie le parece descabellado calcular que durante los dos primeros días de la FIL han llegado más de 150 mil personas (hasta las 13 horas de ayer), si tomamos en cuenta que el año pasado tuvimos una asistencia de casi 860 mil personas, este arranque estuvo mejor que nunca, pues ahí la llevamos
, comenta una joven librera del área donde se ubican las editoriales universitarias de Colima, Veracruz, Chiapas, Puebla, Aguascalientes, Sinaloa, Nuevo León, Chapingo y la Ciudad de México.
Nada comparable con el pabellón central de la Universidad de Guadalajara, que ahora se lanzó a lo grande a presumir ser la anfitriona que organiza la FIL con amor
.
Mención aparte merece el área internacional, adonde llega una suerte de lector gourmet en busca de libros de Brasil, Corea del Sur, Italia, Francia, Taiwán y países nórdicos, pero también por ahí anda el espacio del taller editorial maya tsotsil Los Leñateros, con sus hermosas ediciones artesanales.
Son las 3 de la tarde; para muchos no es el fin de la jornada dominical. Apenas un descansito, comer algo para recuperar fuerza, con el fin de seguir ahora con las presentaciones de libros y charlas.
Luego, sacar lo que resta de energía para ir a todas las conferencias planeadas y, si el cuerpo aguanta, quedarse en el concierto A la cubana, del músico vasco Ruper Ordorika en el Foro FIL.
El ministro de cultura español, Ernest Urtasun, anunció en rueda de prensa que la FIL Guadalajara donará un día de taquilla en solidaridad con los afectados en Valencia por las inundaciones ocurridas en octubre pasado.
Esto apenas comienza en el universo de infinitas posibilidades que propone, más vital que nunca, la FIL Guadalajara 2024, donde suceden prodigios, como ver a un ama de casa, entusiasmada, adquirir una antología de textos de Nietzsche y decir convencida: “Mis hijos son los que me han enseñado el valor de la lectura. Antes de que ellos estuvieran en la prepa yo no leía nada.
“Mi hija vino por una edición de Moby Dick. Sí sé quién es Nietzsche, un filósofo, me interesa, ¡me lo voy a leer todo!”