Silvia Pinal fue la más completa de las divas de la época de oro del cine nacional, afirma la escritora y periodista Elena Poniatowska al lamentar la muerte de la primera actriz, acaecida este jueves a los 93 años y cuyos restos fueron velados ayer en una agencia funeraria contigua al Pedregal de San Ángel.

Ella cantaba y bailaba; en una época revivió el teatro que llevó su nombre, hacía allí sus espectáculos. En ese sentido, era totalmente múltiple como actriz. Hizo, además, muchísima comedia musical, de la traducida de Estados Unidos. La entrevisté varias veces y era muy agradable, dice la Premio Cervantes de Literatura 2014 y colaboradora de La Jornada.

Mientras que la directora Bertha Navarro, miembro emérito de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, considera que la también empresaria, productora y política sonorense ha sido grandiosa para nuestro cine y el actor Daniel Giménez Cacho asegura que la Pinal es la historia de México... simplemente no muere, dos grandes personalidades del teatro mexicano, la primera actriz Luisa Huertas y el director Enrique Singer, destacan la importancia que tuvo para el arte teatral del país.

La faceta de precursora de la mujer mexicana emprendedora y autónoma es una cualidad de Silvia Pinal que resaltó la creadora escénica Jesusa Rodríguez: Justamente en este momento que es tiempo de mujeres y que estamos viviendo por fin el retroceso del machismo, una figura como la de ella es muy importante, porque logró tener una presencia muy autónoma. Es una mujer que tomó sus propias decisiones siempre. Desde ese ángulo me resulta muy interesante su figura, porque no le tocó una época fácil; fue la segunda mitad del siglo XX con intelectuales machines y con mucho rencor hacia las mujeres, muchas de las cuales fueron geniales y el machismo las maltrató. Entonces, que haya logrado hacer su propio espacio teatral y tomar sus decisiones es algo muy relevante. Fue, entonces, una mujer que hizo lo que quiso, que tuvo esa fuerza, y no en una época en la que las mujeres podían hacer lo que quisieran. Es parte de esas pioneras mexicanas y sobre todo autónomas.

▲ La artista junto al realizador Francisco Taboada.Foto cortesía Fernanda Robinson

El productor Jorge Sánchez recordó: “hace unas semanas viajé con María Rojo a hacer unas presentaciones de Danzón en Guatemala, en esa ocasión María me comentó la disponibilidad y la actitud de doña Silvia Pinal frente a las cuestiones sindicales y en relación a la Asociación Nacional de Actores creo que Silvia fue un personaje público pre-Internet y que se asumió como tal, así que mis mejores deseos para que descanse en paz. Y la tenemos dentro de nuestros corazones”.

El director Francesco Taboada Tabone recordó: “La conocí cuando estábamos filmando el documental Tin Tan. Nos recibió en su casa en el Pedregal. Fue muy generosa con nosotros. La entrevistamos justo frente al cuadro que de ella pintó Diego Rivera. Nos contó que en las escenas de besos en El Rey del Barrio, Tin Tan la besaba de a de veras, se quedó pensando un momento y confirmó Besaba muy rico. Tenía 19 años cuando filmó ese clásico del cine mexicano. También con Germán Valdés realizó Me traes de un ala (Martínez Solares, 1953), quizá, su rodaje más rápido. Relató que estaba embarazada durante la filmación y todos en el set estaban atentísimos con ella y muy apurados para terminar antes de que se le notara en la cámara”.

Por su parte, la titular de la Secretaria de Cultura Federal, Claudia Curiel de Icaza, dijo que ya tienen conversaciones con la familia para organizar una retrospectiva fílmica en la Cineteca Nacional. Se cierra un ciclo de una época del cine en México, aunque ella también tiene una relevancia por las múltiples facetas que atendió: la política, el activismo, el tratar de darle relevancia y visibilidad a las mujeres.

El crítico de cine y colaborador de esta redacción, Carlos Bonfil refirió que Pinal fue: “Figura imprescindible del cine mexicano, con un variadísimo registro histriónico. Su consagración total: la fértil colaboración artística con Luis Buñuel. Imagen memorable en el cine popular de los años 50: la melodía Contigo que le canta TinTan en una vecindad en El rey del barrio, de Gilberto Martínez Solares”.