Sábado 30 de noviembre de 2024, p. 7
Ixmiquilpan, Hgo., Los indígenas otomíes del pequeño pueblo de Taxadhó, ubicado en el municipio de Ixmiquilpan, Hidalgo, en el corazón del semidesértico Valle del Mezquital conocen la obra e idolatran al director de cine surrealista de origen español Luis Buñuel y a una de sus actrices preferidas, Sílvia Pinal, quienes en 1965 filmaron en ese lugar el mediometraje de 45 minutos Simón del desierto.
Incluso, el auditorio del pueblo fue bautizado con el nombre del cineasta aragonés. El foro está adornado con una sensual pintura de Silvia Pinal, vestida con uniforme de marinero al momento de seducir a Simón,tal y como apareció en la película galardonada en varios festivales de cine de Europa.
La sala de reuniones de la delegación de Taxadhó fue bautizada con el nombre del primer actor Claudio Brook, quien interpretó a Simón.
De acuerdo con la ficha técnica de la película, el reparto estuvo integrado por Claudio Brook, Silvia Pinal, Hortensia Santovana, Jesús Fernández, Enrique Álvarez Félix, Francisco Reiguera, Luis Aceves Castañeda, Enrique García Álvarez, Enrique del Castillo, Eduardo MacGregor y Antonio Bravo.
Para la filmación, Luis Buñuel contrató como extras a los pobladores de Taxadhó, quienes tuvieron la oportunidad de convivir, tanto con el reconocido cineasta como con Silvia Pinal.
De ambos, Andrés Martínez Mezquital, ex delegado del pueblo, relató hace algunos años que quienes participaron en la película, recuerdan a Buñuel y a Silvia Pinal como dos personas sencillas nada creídas
.
También, que en las horas de receso de la filmación, acostumbran convivir, comer, y platicar con ellos; que mostraban mucho interés en conocer las costumbres, creencias y otros aspectos de Taxadhó y los pueblos vecinos.
Otros relataron que sus abuelas les contaron que a doña Silvia Pinal, como le llamaban con cariño a la actriz, le gustaban muchísimo los vestidos elaborados a mano por las mujeres con hilo de ixtle, extraído de las pencas de maguey.
La filmación de la película causó un impacto positivo entre los pobladores, ya que a partir de entonces comenzaron a interesarse en la industria del cine.
Por esa razón, en 2014, organizaron con sus propios recursos el festival denominado Los Espejos de Buñuel.
Aunque la idea era celebrarlo todos los años, hasta el momento, por falta de recursos económicos sólo se ha realizado en tres ocasiones, el primero en 2014; el segundo en 2016 y el pasado en 2017.
Además de la proyección de la película en el auditorio Luis Buñuel, durante esos festivales se realizaron diversos eventos artísticos, culturales y gastronómicos.
Sin embargo, en 2014 antes del festival, los pobladores denunciaron el supuesto robo de fotografías, todas ellas inéditas que sus padres y abuelos habían tomado con sus cámaras caseras durante la filmación de Simón del desierto.
El hurto de las fotos de las que no hay copias ni negativos, lo atribuyeron a una presunta historiadora que un día llegó al pueblo supuestamente para hacer una investigación acerca de la película.
Los vecinos aseguran que la joven, aprovechándose de la buena fe de la gente y del cariño que guardan del cineasta aragonés, se llevó cientos de fotos donde aparece Buñuel dirigiendo la filmación así como de la actriz Silvia Pinal y del resto del elenco de Simón del desierto.
También había fotos de los pobladores que participaron como extras así como momentos captados por la lente de las cámaras durante los recesos de la filmación, que aprovecharon para retratarse con Buñuel, Silvia Pinal y los otros actores.
Sin embargo, con las pocas imágenes que quedaron, hicieron una exposición fotográfica que muestra aspectos desconocidos de cómo se realizó el rodaje.
Simón del desierto es la historia de un estilista de nombre Simón quien durante más de seis años estuvo en penitencia manteniéndose en pie sobre una columna de piedra .
Un devoto muy rico le regala una columna mejor y Simón realiza el milagro de devolverle las manos a un mutilado. Durante varios días, mientras Simón sigue haciendo penitencia, el diablo, interpretado por Silvia Pinal se le aparece y trata de hacerlo caer en la tentación, en una ocasión vestida de manera sensual con un traje de marinero.
Una de las dos columnas que se usaron durante la película, y sobre la cual Claudio Brook aparece parado a lo largo del filme, se encuentra a un costado de la delegación de Taxadhó, cerca del auditorio Luis Buñuel.
Aunque en varias ocasiones los pobladores enviaron solicitudes a Silvia Pinal para que volviera a visitar a la localidad, esto ya no será posible.