Con la novela El verdor, la escritora Alma Mancilla Sánchez (Toluca, 1974) reflexiona sobre el papel de la maternidad y la feminidad bajo condiciones críticas, e invita a los lectores a sumergirse en una historia envuelta de tragedia, misterio, terror y muerte.

La obra editada por Malpaso se presenta hoy en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara. En entrevista con La Jornada, la autora habló sobre su intención de confrontar a la protagonista con la maternidad, la muerte, el pasado, su identidad y su feminidad.

“Esta novela tiene una continuidad muy clara con su antecesora, Fulgor (publicada en 2022) en cuanto tema, porque luego sucede que uno escribe cosas y no van saliendo en el orden que uno lo tiene ideado. Eso pasó con esta novela”, dijo Mancilla Sánchez.

La escritora afirmó que quiso adentrarse en los claroscuros de la maternidad: Más allá de que fuera un relato de terror, algo que es un tema a discusión, porque tiene algunos elementos, me interesaba mucho reflexionar sobre el rol de la mujer en la maternidad, y por eso confronto al protagonista con el dolor más terrible de todos: la muerte de un hijo.

Lugar con aura

El verdor narra la historia de Irene, mujer cuya hija acaba de fallecer en circunstancias extrañas. Hastiada de su trabajo y de su matrimonio, decide salir de vacaciones sola a un hotel-hacienda para reflexionar. Sin embargo, el lugar tiene una aura especial, salvaje, lo que llama no sólo su atención, sino también la de una secta extraña que realiza rituales en los parajes más recónditos de un pantano.

La muerte de Ana, la hija de la protagonista, es el punto de ruptura de Irene, ella carga con este peso terrible. Yo soy madre y a pesar de repensar esta situación no puedo ni imaginarme lo difícil que debe ser una pérdida así. Es algo mil veces más terrorífico que cualquier otra cosa que provenga del terreno de lo sobrenatural, comentó Alma Mancilla.

La escritora reconoció ser una creadora más de brújula que de mapas, y que sus obras parten de su intuición: No tengo un plan preciso para escribir, sino que dejo que la obra se nos vaya revelando, eso funciona tanto para mí como para el lector.

Otro de los aspectos que priorizó la autora de El verdor es la emblemática atmósfera en la que está plasmada el relato. La ciénega que rodea al hotel es una simbología profunda sobre el estancamiento del agua, un reflejo de los sentimientos de Irene y la falta de capacidad para dejar ir el recuerdo de su hija.

Me gusta mucho ser muy concreta a la hora de describir el entorno que rodea a los personajes, es algo que nos adelanta las sensaciones y los retos que tendrá que enfrentar la protagonista y, aunque al lector le quedará más claro posteriormente, nos lleva a pensar que el verdadero horror no está en la ubicación o el lugar, sino dentro de nosotros mismos, aseguró la autora.

Al referirse a este trabajo creativo, Alma Mancilla comentó que hay una cercanía con el manejo del horror cósmico de HP Lovecraft, pero su principal inspiración fue la obra de Algernon Blackwood, autor británico del siglo XIX, quien se inspiró en el papel de la naturaleza para crear sus relatos.

“Si alguien construye con absoluta maestría esta narrativa es Blackwood. Siempre quise escribir un libro de ecoterror, donde la naturaleza sobrenatural fuera el lugar de la amenaza. Con El verdor consigo hacer esa búsqueda de la trascendencia que logra, no la protagonista, sino la secta, y esto queda vinculado con los sentimientos de pérdida y desesperación de Irene”, dijo Mancilla.

Sobre su manera de abordar a sus protagonistas, solía tomar a los personajes femeninos desde un punto. Algo que sí he podido hacer es poner en la mesa esta reflexión sobre cómo escribimos esos personajes.

Además, pronto lanzará una nueva edición de De las sombras, relato con el cual ganó el premio Bellas Artes de Novela José Rubén Moreno en 2018.

En esta obra, Alma Mancilla narra la vida de Henricus Institoris, inquisidor alemán quien en su búsqueda de dejar una huella en la historia, creó el Malleus Malleficarum, libro dedicado a descubrir a los herejes y a enseñar los métodos de tortura y castigos para subyugarlos.

La escritora se mete en la piel del personaje (y en el subconsciente) para poder descifrar las reflexiones que lo llevaron a crear tan cruel obra, la cual se ensañaba con más vileza contra las mujeres.

Es una especie de crítica que por supuesto no es la de ahora, pero que sigue vigente y que derivó en la temprana edad moderna en la cacería de brujas, que se sustenta en una visión misógina de la mujer.

Alma Mancilla presentará hoy El verdor en la FIL de Guadalajara a las 11:30 horas, en el Salón B del recinto ExpoGuadalajara.