Una deportación masiva de migrantes, como lo propone el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no desaparecería el flujo de remesas que ingresan al país, afirma Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA México, el banco de mayor presencia entre los que operan en el país.

En entrevista, el economista refirió que, en la actualidad, las remesas son de lejos la principal fuente de ingresos por divisas que tiene México y no existe alguna otra fuente igual que pueda superarlas en el corto plazo, como pudiera ser la Inversión Extranjera Directa (IED) o las turísticas.

En caso de que llegue a ocurrir una deportación masiva, sí esperaríamos una caída en el flujo importante, pero no significa que desaparecerían, quizá podrían caer entre 10 o 15 por ciento, incluso 20 en un escenario masivo o muy extremo, pero no de una forma grave, refirió Serrano.

Señaló que en Estados Unidos radican alrededor de 12 millones de mexicanos, de los cuales, ocho millones son documentados y ese flujo de remesas sí seguiría llegando a nuestro país, más los de primera y segunda generaciones, que también son documentados. Entonces, sí habría un impacto en las remesas, pero no desaparecerán.

“Prácticamente la absoluta mayoría de mexicanos que envían remesas son documentados y por lo tanto no serían objeto de las deportaciones… Desconocemos de los 12 millones de mexicanos que viven en Estados Unidos cuántos envían remesas, pero sí la gran mayoría lo hace”, apuntó.

De acuerdo con datos del Banco de México, al cierre de septiembre de este año –último dato disponible–, el flujo de remesas que ingresaron al país sumó 48 mil 386 millones de dólares, lo que representó un incremento de 2.7 por ciento con respecto a lo reportado en los primeros nueve meses del año pasado.

Los datos del banco central indican que al cierre del año pasado, el flujo de remesas que entraron al país fue por un monto de 63 mil 318 millones de dólares y BBVA pronostica que al concluir el presente año ingresarán al menos 66 mil millones, lo que implicará un crecimiento de 4.2 por ciento.

“Las remesas son un claro reflejo del nivel de empleo de los mexicanos en Estados Unidos, cuando hay aumentos importantes en las mismas, como pasó en los últimos dos o tres años, porque hay un aumento en la cantidad de mexicanos empleados en Estados Unidos y, al revés, cuando caen es porque se incrementa el desempleo.

“Por ello es que las remesas son un reflejo muy importante (en la economía de ambas naciones) y no vemos, hasta el momento, ningún evidencia de que, por ejemplo, el aumento en las remesas –en los últimos años– se explique por un aumento en las actividades ilícitas, lo que vemos se entiende por el aumento de los trabajadores y sus salarios en Estados Unidos, sobre todo en sectores como la construcción, los servicios o los servicios agrarios”, concluyó Serrano.