El comercio informal que se instala en las inmediaciones del Palacio de Bellas Artes y la Alameda Central se ve imparable y desbordado porque parece que los ambulantes tienen un pasaporte abierto para establecerse, reprochó el presidente del Consejo para el Desarrollo del Comercio en Pequeño en la Ciudad de México, Gerardo Cleto López, quien apremió a las autoridades capitalinas a ordenar a los vendedores en la vía pública.

Mencionó que el ambulantaje no permite que los visitantes aprecien el primer cuadro de la capital, además de que es necesario evitar mayores pérdidas económicas para los negocios establecidos, tras recordar que en la administración de la ex jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, “hubo un programa que sí tenía como prioridad el ordenamiento del comercio en vía pública, después vimos que se empezó a diluir con Martí Batres.

No hemos visto que en la nueva administración, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, esté implementando un tema de ordenamiento; es importante hacerlo y no debe dejar pasar mucho tiempo. El llamado es a que apure este asunto porque es una zona icónica visitada por el turismo nacional y extranjero.

Se pronunció a favor de la intervención de los titulares de la Autoridad del Centro Histórico y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura.

En entrevista comentó que los comerciantes formales no pueden abrir los negocios o deben cerrar antes la cortina por la realización de marchas, mítines y diversos eventos; en contraste, “el ambulantaje opera sin restricción.

Entendemos que atrás del ambulantaje hay cientos de padres de familia que necesitan un ingreso, pero no es comercializando los productos en las banquetas, no es tomando los parques, los espacios públicos, particularmente los que son visitados por el turismo nacional e internacional, expresó.

Estimó que el comercio formal vende tres veces menos que los vendedores ambulantes; además, pagan la renta de los locales, la energía eléctrica, el salario de los trabajadores, el servicio de agua potable, teléfono e Internet, así como impuestos, aunado a que tienen que alinearse a las disposiciones de carga y descarga y a los cortes a la vialidad de las autoridades.

Recordó que otros vendedores ambulantes se colocan frente a los locales del comercio formal de ropa, calzado, artículos deportivos y de joyería, por mencionar algunos, que obstaculizan el libre tránsito de peatones y automovilistas, porque también se permite que vehículos permanezcan estacionados en algunas calles del primer cuadro de la capital, donde habitualmente venden fruta.