Lunes 25 de noviembre de 2024, p. 26
Peshawar. Las autoridades de Pakistán anunciaron ayer una tregua de siete días después de varias jornadas de enfrentamientos entre sunitas y chiítas en el noroeste de Pakistán, que dejaron al menos 82 muertos y 156 heridos.
Pakistán es un país de mayoría sunita, pero en el distrito de Kurram, en la provincia de Jaiber Pastunjuá, cerca de la frontera con Afganistán, vive una gran población chiíta y las comunidades se han enfrentado durante décadas.
Ambas partes acordaron un alto el fuego de siete días, durante el cual también intercambiarán prisioneros y se devolverán mutuamente los cadáveres
, declaró Muhamad Ali Saif, portavoz del gobierno provincial de Jaiber Pastunjuá.
Los enfrentamientos estallaron el jueves cuando una decena de hombres dispararon contra autobuses que transportaban a chiítas.
El viernes y el sábado, los chiítas llevaron a cabo represalias en barrios sunitas, indicaron residentes y autoridades locales.
Entre los muertos, 66 son chiítas y 16 sunitas
, declaró un funcionario que pidió no divulgar su nombre.
Alrededor de 300 familias huyeron el sábado mientras los tiroteos con armas ligeras y pesadas continuaban durante la noche, aunque no se informó de nuevas víctimas.
Movilización popular en favor de Imran Jan
En este contexto, al menos 350 personas fueron detenidas tras comienzo de una nueva caravana popular organizada para exigir la excarcelación del gran líder opositor y ex primer ministro, Imran Jan (2018-22).
El convoy
se acerca a la capital del país, Islamabad, liderado por la esposa de Jan, Bushra Bibi, y el ministro principal del estado de Jáiber Pastunjuá y figura destacada del partido del ex mandatario Ali Amin Gandapur.
Esta nueva protesta se está convirtiendo en la más numerosa desde que el actual primer ministro, Shebhaz Sharif, asumió el poder en febrero.
Jan se enfrenta a una multitud de casos (más de 150) por corrupción e incitación a la violencia durante su estancia en el poder. Cada vez que un tribunal le ha puesto en libertad, el gobierno ha recurrido a otra investigación para mantenerle entre rejas, en un ciclo que dura ya más de un año.