Martes 19 de noviembre de 2024, p. 26
Cuernavaca, Mor., Durante los trabajos de exhumación que llevó a cabo la fiscalía de Morelos en las fosas comunes irregulares en el panteón Pedro Amaro, de Jojutla, entre el 6 y el 15 de noviembre, se extrajeron más de 100 fragmentos óseos y una botella; además, abajo de un supuesto memorial hallaron huesos aparentemente de una persona, informó Amalia Hernández, del colectivo Víctimas Ofendidos de Tetelcingo. La carpeta de investigación de este caso data de 2007.
Señaló que la recuperación fluye, pero con anomalías, porque encuentran restos óseos que sacan de la tumba y no se le está dando un número de investigación, sino que se deja en manos del Equipo Mexicano de Antropología Forense
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Amalia, tía de Oliver Navarrete, señaló que la inconformidad contra la Fiscalía General del Estado, es porque trabajadores de esa dependencia enterraron a cientos de cadáveres sin identificar y sin cumplir con el protocolo de inhumación.
Explicó que así pasó con Oliver, pues fue la primera víctima exhumada de una oquedad ilegal de la FGE, en Tetelcingo, Cuautla, en 2014. El joven fue secuestrado y asesinado en Cuautla en 2013. Su madre, María, y su tía lo buscaron y reclamaron a la fiscalía, hasta que mediante la justicia federal les dieron la ubicación del entierro, junto con 118 cadáveres más, y para exhumarlo debieron sacar una orden de un juez.
Una semana después del inicio de recuperación de fragmentos óseos en Jojutla, no tienen la certeza de si habrá una segunda o tercera dependencia que también analice las muestras ADN para identificación, acusó Amalia Hernández. Dijo que es necesario garantizar que serán identificados para entregarlos a sus familiares y conocer si son buscados en Morelos u otro estado del país.
Para colaborar en los trabajos de exhumación, que se detuvieron el 6 de noviembre, llegaron equipos de la Guardia Nacional y la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas.
La activista insistió en que la administración morelense debe pedir ayuda al gobierno de Coahuila, mediante el Centro de Investigación Humana, pues debido a que los cuerpos datan de más años será difícil encontrar ropa, tatuajes o hasta tejido de piel para su identificación.