Jueves 14 de noviembre de 2024, p. a12
Las referencias históricas le dan un grado de alto riesgo al duelo entre México y Honduras, correspondiente a los cuartos de final de la Liga de Naciones de la Concacaf, por lo que ante los temores de un ambiente hostil, las autoridades del país centroamericano anunciaron un fuerte operativo de seguridad además de haber renovado el sistema de iluminación del estadio Francisco Morazán.
La afición en Honduras agotó desde hace días las 16 mil entradas para el partido del viernes contra el Tricolor. Con las expectativas de un recinto lleno y el riesgo de actos de violencia, las autoridades desplegarán al menos a 750 elementos de seguridad.
Además, en ciertas ocasiones, se realizará una segunda revisión para quienes ingresen al estadio como medida de precaución. En total habrá cinco anillos de seguridad alrededor del recinto, incluso con el apoyo de rastreo canino para la detección de explosivos.
Si bien los hondureños insistieron en elegir al estadio Francisco Morazán como sede de este encuentro al ser el lugar donde vencieron hace 28 años al Tricolor, ahora el plantel centroamericano también debió hacer una fuerte inversión para garantizar un juego sin altercados.
Invirtió 400 mil lempiras (327 mil pesos mexicanos) para reparar el alumbrado del recinto, pues al menos 90 farolas estaban en mal estado, indicó el diario hondureño El Heraldo.
Honduras suele ser un territorio complejo para México desde hace décadas. Cuando el Tricolor visitó al país centroamericanos en 1993 fue agredido por los aficionados locales, mientras en 1996 cayeron ante los catrachos en un partido de eliminatoria para Francia 1998.
Si bien el encuentro de ida es vital, la selección mexicana recibió una buena noticia antes de viajar ayer a Honduras, pues tendrá un respaldo total de la afición para el juego de vuelta el martes en el estadio Nemesio Diez, donde se agotaron los boletos.