Domingo 10 de noviembre de 2024, p. 17
Teherán. El canciller iraní, Abbas Araghchi, negó ayer vínculos con cualquier presunta trama para asesinar al presidente electo Donald Trump, luego de que el Departamento de Justicia estadunidense anunció la víspera la imputación de tres personas ligadas al supuesto complot que, según sus investigaciones, fue ordenado por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán.
Araghchi expuso que la acusación era un complot repulsivo
de Israel y la oposición iraní fuera del país para complicar las cosas entre Estados Unidos e Irán
, detalló el medio Al Jazeera. El vocero del ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Esmaeil Baqaei, denunció los señalamientos sin fundamento
y parecidos a los formulados contra Irán en el pasado, y que acabaron resultando falsas, de manera demostrada
.
El principal imputado en este caso es Farhad Shakeri, a quien Teherán, según la imputación estadunidense, dio la orden de dar muerte a un ciudadano estadunidense de origen iraní en Nueva York, así como al entonces candidato presidencial republicano. Shakeri está prófugo, mientras sus cómplices: Carlisle Rivera y Jonathon Loadholt, están detenidos.
El gobierno iraní también pidió al magnate que cambie su política de máxima presión y severas sanciones que aplicó durante su primer mandato contra la república islámica. Trump debe demostrar que no sigue las políticas erróneas del pasado
, indicó a la prensa Mohamad Javad Zarif, vicepresidente iraní de Asuntos Estratégicos.
Bryan Lanza, un asesor del magnate, aseguró en una entrevista con la BBC que la prioridad del nuevo gobierno para Ucrania será lograr la paz y no recuperar el territorio perdido
, lo que fue desmentido más tarde, en momentos en que la administración de Joe Biden envía miles de millones de dólares en equipo militar a Kiev antes de que el republicano asuma.
Desmienten estrategia para Ucrania
Los responsables del equipo de transición presidencial del Trump afirmaron que Lanza era un contratista de la campaña y no trabaja para el mandatario electo, explicó el vocero bajo anonimato.
Funcionarios dijeron a The Wall Street Journal que la actual administración estadunidense enfrenta obstáculos de logística, además de generar preocupación de que las transferencias consuman sus ya limitadas reservas para apoyar a Ucrania.