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En la música encontré una segunda madre, aseguraba Quincy Jones

Compositor y productor de figuras del jazz y el pop, murió a los 91 años

 
Periódico La Jornada
Martes 5 de noviembre de 2024, p. 7

Quincy Jones, figura destacada en la cultura en Estados Unidos, y en el ámbito internacional uno de los compositores, músicos y productores más reconocidos, falleció a los 91 años en su casa de Los Ángeles, rodeado de su familia, indicó su agente, Arnold Robinson.

El comunicado no especifica la causa. Con el corazón lleno pero roto, compartimos la noticia del fallecimiento de nuestro padre y hermano Quincy Jones. Y aunque es una pérdida enorme para nuestra familia, celebramos la gran vida que vivió y sabemos que nunca habrá otro como él, señala Robinson.

Jones fue un niño negro que tuvo que sobrevivir al lado de su abuela, una ex esclava, en el Chicago de los 40. Por necesidad, comió hasta ratas; destacó en todo lo que se propuso hasta ser uno de los artistas más importantes de su país en el XX y catapultador de carreras de Frank Sinatra, entre otros cantantes, así como productor de los mejores discos de Michael Jackson, al lado de muchos artistas de alta envergadura.

Cerca de 3 mil canciones

Escribió unos 2 mil 900 temas (sin contar sus decenas de arreglos y scores cinematográficos) y dejó una monumental contribución a la historia negra del país del norte. Por ejemplo, fue trompetista y compañero de Ray Charles, así como cómplice de proyectos con Harry Belafonte

El extrovertido y sociable artista fue director musical de Dizzy Gillespie, arreglista de Ella Fitzgerald y encabezó la última gran actuación de Miles Davis (que se transformó en el álbum en vivo Miles & Quincy en Montreux). Fue productor desde Aretha Franklin hasta Celine Dion y desató un terremoto cultural al lanzar la carrera solitaria del joven Michael Jackson, unión que produjo Thriller y cambió el pop para siempre.

Él lo ha hecho todo. Ha sido capaz de plasmar su genialidad en cualquier tipo de sonido, declaró el pianista de jazz Herbie Hancock en 2001.

Quincy Delight Jones Jr nació el 14 de marzo de 1933 en Chicago. Su madre padecía esquizofrenia y fue internada cuando era niño. Con su hermano Lloyd creció en duras condiciones con su abuela, en Louisville.

Al llegar a la preadolescencia volvió a Chicago para vivir con su padre, carpintero al servicio de la mafia. Quise ser mafioso hasta que cumplí 11 años, declaró en 2018 en un documental que retrató su carrera, dirigido por su hija la actriz Rashida Jones. Uno quiere ser lo que ve, y eso era todo lo que veía, afirmó.

Es difícil pensar en una historia de pobreza a riqueza más cruda que la de este artista. Mientras crecía se alimentaba con lo que podía conseguir, lo que a menudo significaba ratas. Las comimos porque eso era todo lo que había, afirma en la película.

Al resumir su infancia, recuerda: ¿Ves esto?, señalando una marca en los nudillos. “Nos metimos en una calle equivocada; tomaron una navaja automática y me clavaron la mano a una cerca. Yo tenía siete años. ¿Ves esta aquí? –dice, destacando una abolladura en la sien–. Fue un picahielos”.

Asombra que ese niño acosado por el racismo haya obtenido 79 nominaciones al Grammy y fuera el productor del álbum y la canción más vendidos de todos los tiempos, Thriller.

Cuando la misión Apolo 10 de la NASA orbitó la Luna, su música fue la que tocaron: Fly Me to the Moon, con Frank Sinatra, cuya carrera lanzó. El legendario Blue Eyes tuvo gran cercanía con Quincy, y no sólo lo bautizó Q, sino que dejó instrucciones para que, tras su muerte, recibiera su anillo con el escudo de la familia Sinatra de Sicilia.

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▲ Entre otros, Jones –en imagen de 2007– produjo a Dizzy Gillespie, Frank Sinatra, Ella Fitzgerald y Michael Jackson.Foto Afp

Luego de mudarse a Seattle con su hermano, Jones descubrió su habilidad con el piano en un centro recreativo, y la historia de amor empezó. Encontré otra madre (la música), escribió en su autobiografía de 2001. Así, comenzó tocando en pequeños locales. Escribió su primera composición y desarrolló habilidades para los arreglos y la trompeta. Conoció a Ray Charles –futuro pionero del blues y el bebop– tras una actuación, y el dúo se volvió un pilar de la música local.

Jones estudió brevemente en el Berklee College of Music en Massachusetts, antes de unirse a las giras de Lionel Hampton y mudarse a Nueva York, donde se dio a conocer como arreglista de famosos que incluyeron a Duke Ellington, Dinah Washington, Count Basie y, claro, Ray Charles.

Fue la segunda trompeta de Elvis Presley en Heartbreak Hotel y formó un dúo con Gillespie durante varios años antes de mudarse a París en 1957, donde estudió con la famosa compositora Nadia Boulanger. Recorrió Europa con varias orquestas de jazz, pero se dio cuenta de que la fama y el talento no se monetizaban automáticamente.

“Cuando se trataba realmente de controlar una disquera y la música, no eran personas negras las que lo controlaban –dijo Hancock–. Teníamos las manos atadas. Quincy (...) abrió la puerta”, sostuvo.

Jones trabajó también en Hollywood, en espectáculos de televisión y cine. Fundó un sello discográfico, una revista de hip-hop y produjo el famoso programa de televisión El príncipe del rap, que hizo saltar a la fama a Will Smith.

Llevó a Oprah Winfrey a la pantalla grande al presentársela a Steven Spielberg, quien la reclutó para actuar en la película El color púrpura, por la que fue nominada al Óscar.

Apoyó a Martin Luther King Jr y causas humanitarias en África. Reunió a decenas de estrellas del pop para grabar el clásico We Are the World, con el objetivo de recolectar fondos contra la hambruna en Etiopía en 1985.

Su intensa vida personal no quedó rezagada en comparación con su carrera. Se casó tres veces y tuvo siete hijos. Sufrió varios problemas de salud, incluido un casi mortal aneurisma cerebral en 1974, tras el cual dejó de tocar la trompeta.

Jones dijo haber pasado una crisis nerviosa en 1986 por exceso de trabajo, y en 2015 estuvo en coma diabético y tuvo un coágulo masivo de sangre que lo llevó a dejar el alcohol.

Obtuvo un Emmy, un Tony, y un Óscar honorario. Además compuso la banda sonora de más de 30 películas; también creó temas para programas de televisión.

Jones se refería a Michael Jackson como smelly (oloroso) durante sus colaboraciones, aunque el apelativo no tenía que ver con el olor. Cuando trabajaba con él, Michael evitaba decir palabrotas y utilizaba apestoso como alternativa.

Asistió a su funeral

Un dato curioso es que Jones asistió a su propio funeral en 1974, cuando sufrió un aneurisma cerebral y escribió en su autobiografía que los médicos le daban sólo uno por ciento de probabilidades de sobrevivir a una cirugía. Sus amigos, pesimistas, se adelantaron y organizaron un funeral para él, pero al cabo de un mes Jones se había recuperado tan bien que asistió al acto, que contó con música de Marvin Gaye, Sarah Vaughan, Ray Charles y Cannonball Adderley.

Hace 39 años, estrellas musicales llegaron a un estudio en Los Ángeles para grabar We Are The World. A la entrada, el propio Quincy encargó poner un letrero que dictaba Controla tu ego en la puerta. Así de grande era.