Familiares y amigos de niñas y mujeres víctimas de desaparición y feminicidio, que integran el colectivo Voces de la Ausencia, realizaron en la Ciudad de México una marcha pacífica este 3 de noviembre, denominado Día de Muertas, en demanda de justicia para aquellas que nos fueron arrebatadas porque no murieron, las asesinaron.

Por sexto año consecutivo, los manifestantes salieron del Zócalo rumbo al Antimonumento Voces Abrazando Voces, ubicado en Paseo de la Reforma. Un contingente de niños y niñas encabezó la protesta, pues gran parte de ellos son huérfanos de madre, y su consigna principal es: justicia para mi mamá, justicia para mi tía, justicia para mi abuela, justicia para mi hermana, justicia para todas.

Participaron dos niñas sobrevivientes de intento de feminicidio. Una de ellas, Tabata, tiene ocho años. Gritó consignas con fuerza y sonrió cada vez que tenía en sus manos el megáfono. Padece una ligera dificultad para caminar, consecuencia del ataque en su contra, pese a lo cual no se detuvo hasta llegar al final del recorrido.

Tenía tres años cuando fue atacada por su padrastro, quien la dejó meses en estado grave por traumatismo craneoencefálico e infarto cerebral de hemisferio izquierdo. Su abuela, Cony, quien cuida de ella, contó que su pronóstico era desolador, posible estado vegetativo, pero afortunadamente no fue así, por eso cada año venimos, al principio la traía en carriola, porque no podía caminar y ahora con su férula camina sola y por eso venimos a apoyar.

Poco después de las 13 horas, la vanguardia partió del Zócalo, donde hicieron un pase de lista de las niñas y mujeres a quienes les han arrebatado la vida y colocaron en una parte de la Plaza de la Constitución cruces blancas de madera con los nombres en letras moradas de las hijas, hermanas, madres y amigas que han sido víctimas de feminicidio. Asimismo, desplegaron lonas impresas con fotografías y fichas de búsqueda de bebés, niñas y mujeres desaparecidas.

La intención, dijeron, es hacer que retumbe nuestro grito de justicia por aquellas que ya no pueden hacerlo. Al llegar al Antimonumento, efectuaron un mitin en el que compartieron testimonios y exigencias de respuesta a sus casos y sentencias a los agresores.

Además, solicitaron a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo justicia para todas las víctimas, para que su lucha no quede impune.

Lamentaron que no llegaron todas, pues faltan cada una de nuestras madres, hijas, hermanas, amigas asesinadas. Dijeron confiar en la Presidenta como una mujer sorora que enarbole las causas del feminicidio. Recalcaron que la manifestación sólo tuvo una exigencia: justicia, verdad y reparación.