Una niña que se exilia de México en Europa, en 1917, y en su travesía descubre la pasión por la lectura es el hilo conductor de la puesta en escena Mayo, la cual combina danza, teatro, música en vivo y literatura.

Escrita por Sandra Rosales y Claudia Guerrero, está dirigida a jóvenes audiencias y reflexiona sobre temas como el exilio, la identidad, el amor a los libros, así como la posibilidad de crear múltiples universos. Se estrenará el 9 de noviembre en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico.

Guerrero contó sobre la trama: “Se basa en la vida de María Macedo, a quien le decíamos cariñosamente Mayo. De alguna manera es biográfica porque es la historia de mi abuela, sobre el exilio, pero transformada desde la mirada de una niña de siete años. Aborda que ella partió hacia Francia en 1917 y lo que significó la travesía, pero desde el mundo de la literatura, la imaginación y la aventura”.

La protagonista narra cómo, durante su viaje por el mar, además de descubrir su pasión por la lectura, interactúa con personajes enigmáticos, dialoga con el alma de la radio, celebra momentos significativos, escucha música y baila entre palabras y poesía.

En escena, Mayo conoce a seres extraños (Memoria, Secretos, Tiempo, Sueños y Enigmas), quienes mediante la danza y las palabras, cuestionan sobre la existencia y sentido de pertenencia.

Uno de los aspectos que distinguen a esta obra es que hay un trabajo de música, baile y canto con ocho artistas interdisciplinarios, comenta Guerrero, como Inés Buxadé, Patricia Marín, Ana Paula Ricalde, Mauricio Rico, Mario Gómez Villarreal, Jonathan Alavés, Irma Sánchez Gutiérrez y Edwin Calderón.

La propuesta, dijo la autora y directora, está anclada en lo que resultó ser después una biblioteca, es decir, el exilio se transformó en una conexión de la pequeña con los libros; este lugar todavía existe y consta de 300 volúmenes muy diversos, en distintos idiomas, temas y países. Esta fue la razón para contar la historia de mi abuela y por qué el exilio fue tan importante. El legado que me dejó es el amor por los libros, el arte escénico y la inspiración para plasmar esta historia.

En la trama, resaltó, se tocan tres épocas distintas y es atemporal de alguna manera porque la ficción nos lleva a mundos fantásticos, pero sí cruzamos tres décadas, 1917, 1923 y la obra cierra con un giro en el tiempo.

A lo que aspira Guerrero con esta obra es que los niños vuelvan a conectarse con la literatura. El corazón también es el libro, no sólo como objeto, sino como pulsión para que los pequeños regresen a su poder, que es la imaginación.

La escenografía, agregó la creadora, nos permite mucho juego porque es una propuesta lúdica, con atractivos vestuarios e iluminación, pero apostamos al talento de los actores; realmente estamos anclados en los artistas y en la narración, que es muy vibrante.

La idea original y dirección escénica es de Claudia Guerrero; la coreografía, de Victor Ruiz; la dramaturgia, de Sandra Rosales y Claudia Guerrero. En asesoría artística participa Sandra Rosales; en diseño de escenografía e iluminación, Félix Arroyo; en diseño de vestuario, Jimena Fernández, y en arreglo musical, Gilberto Pinzón Rivero.

Mayo es una producción de Alberto Robinson y Patricia Marín para AM producciones, en colaboración artística con Danza Visual.

Se presentará en La Gruta del Centro Cultural Helénico, del 9 de noviembre al 15 de diciembre, los sábados y domingos a las 13 horas.