Viernes 1º de noviembre de 2024, p. 20
Río de Janeiro. Una jueza dictó ayer largas sentencias a dos ex policías por el asesinato en 2018 de la concejala de Río de Janeiro, Marielle Franco, ícono de la izquierda política de Brasil, cuyo homicidio provocó indignación.
Ronnie Lessa fue condenado a 78 años y nueve meses, y Élcio de Queiroz, a 59 años de prisión por el tiroteo que tuvo lugar desde un vehículo el 14 de marzo de 2018 que mató a Franco y a su conductor, Anderson Gomes. El jurado determinó que Lessa disparó el arma y de Queiroz era el conductor la noche del crimen.
Lessa y De Queiroz, arrestados en 2019, previamente firmaron acuerdos de culpabilidad confesando sus roles, pero el jurado tuvo la última palabra sobre su culpabilidad en homicidio y otros cargos. El veredicto, aunque esperado, llega como un consuelo para muchos que vieron el martirio de la mujer negra y bisexual como un ataque a la democracia, y preocupados de que el crimen quedara impune.
Los fiscales habían argumentado que cada hombre debería ser condenado al máximo posible de 84 años por los tres cargos: doble homicidio, intento de homicidio y conducción de vehículo plagiado.
Cuando la jueza Lucía Glioche terminó de leer la sentencia, se desató un aplauso en la sala mientras las familias de las víctimas comenzaban a llorar.
Conocida por su primer nombre, Marielle fue criada en una favela, comunidad pobre de Río de Janeiro. Se hizo conocida por sus esfuerzos para mejorar la vida de los residentes de a pie. Tras su elección en 2016, luchó contra la violencia dirigida a las mujeres, mientras defendía los derechos humanos y los programas sociales.