El producto interno bruto (PIB) de Estados Unidos, el principal socio comercial de México, aumentó a una tasa trimestral anualizada de 2.8 por ciento, frente a 3 por ciento del segundo trimestre, según datos de la Oficina de Análisis Económico, dependiente del Departamento de Comercio, principalmente por un incremento en el gasto de los consumidores.

Si bien la primera de tres estimaciones del buró de análisis económico (BEA, por sus siglas en inglés), se ubicó por debajo del 3 por ciento observado en el segundo trimestre y de las previsiones del mercado, la economía estadunidense siguió creciendo, apoyada por el consumo, que explica tres cuartas partes del PIB, debido a la fuerte creación de empleo y las ganancias del poder adquisitivo.

A menos de una semana de las elecciones del 5 de noviembre en Estados Unidos, la fortaleza de la economía mostró que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos está consiguiendo con su política monetaria el ansiado aterrizaje suave; es decir, lograr contener la inflación sin provocar una recesión económica.

Con base en la información de Estados Unidos y México, sus economías crecieron de manera anual 2.6 y 1.5 por ciento, respectivamente, en el tercer trimestre de 2024.

A pesar de que las cifras muestran una desaceleración del PIB respecto al trimestre previo y se ubicaron por debajo del consenso del mercado, la actividad económica de Estados Unidos sigue mostrando un importante dinamismo y resiliencia, considerando la narrativa sobre una posible recesión que se originó luego de un débil reporte de empleo en julio, describió Kevin Castro, analista económico de Monex.

El gasto de los consumidores repuntó, al pasar de un incremento previo de 2.8 por ciento a 3.7 por ciento anual durante el tercer trimestre del presente año.

Los productos que más contribuyeron a esta alza fueron otros bienes no duraderos (encabezados por los medicamentos con receta) y los vehículos de motor y sus piezas. En cuanto a los servicios, los que más aportaron al crecimiento fueron la asistencia sanitaria (con los servicios ambulatorios en primer lugar) y los servicios de restauración y alojamiento.

En general, la economía estadunidense mantuvo un sólido ritmo de crecimiento en el tercer trimestre, derivado de una inflación a la baja y de los fuertes aumentos salariales que impulsaron el gasto de los consumidores antes de las elecciones presidenciales, sostuvo Alejandra Marcos, directora de análisis de Intercam.