En una réplica del RB20 de Red Bull, un perro con anteojos de piloto pasea por las calles de la Magdalena Mixhuca remolcado por la bicicleta de su dueño. El pequeño monoplaza de madera simula cuatro neumáticos de Fórmula 1, con alerones delantero y trasero, sistema DRS, volante, luces intermitentes y cinturón de seguridad. Desde hace más de dos años, Jorge Alvarado sale a rodar con él en los paseos ciclistas del domingo para que la gente conozca a Fabbio, un french poodle adoptado y de edad adulta que pretende impulsar en las grandes citas del automovilismo la adopción de mascotas sin hogar.

En el manubrio de la bicicleta de montaña, un botón conectado a la carrocería del monoplaza abre el alerón trasero como si fuera un sistema de reducción de arrastre (DRS), capaz de producir menos carga aerodinámica para aumentar la velocidad. “Si voy despacio, Fabbio me empieza a ladrar para que acelere. Eso le gusta”, afirma Alvarado, rodeado de personas que toman fotos y videos del flamante conductor canino, recargado de patas en el halo de seguridad de su cabina. Fabricar la primera versión (RB18) me llevó dos semanas en el taller, luego tuve que actualizarlo con los nuevos ajustes de Red Bull, precisa.

Alvarado sigue las carreras del campeonato mundial de F1 desde 2009, mismo año en que adoptó a Fabbio en el centro de Coyoacán. Hace un par de temporadas, en los días previos a la edición 2022 del Gran Premio de México, los dos conocieron a Checo Pérez en un hotel exclusivo de la ciudad. “Como el coche entró de reversa en el cuarto de visitas, no se dio cuenta que estaba Fabbio. Fue hasta después que lo vio arriba del volante y se sorprendió, incluso señaló en una entrevista que amaba a los perritos como Fabbio”, recuerda el capitalino sobre aquel encuentro que circuló en video en redes sociales.

La gente que llega al autódromo Hermanos Rodríguez se detiene por varios minutos en la puerta 6, donde la bici y el pequeño monoplaza coinciden con puestos de gorras, portagafetes, camisetas no oficiales de Red Bull y un cordón policial que vigila el tránsito sobre el Viaducto Río de la Piedad. En cada carrera se podrían promover refugios para la adopción de lomitos en situación de calle, considera Alvarado, ciclista y dueño de un taller de carpintería, cuando imagina que más caninos pueden ser transportados como parte de un Gran Premio para la recaudación de fondos o donaciones de croquetas, camas y juguetes.

Un paseo con causa

“Muchas instituciones podrían unirse en esta clase de eventos. La idea es que Fabbio sea un motor para ayudar a otros perros en situación de calle a encontrar un nuevo hogar. Los refugios y albergues pueden aportar mucho. Hay carreras de Fórmula 1 en las que se ven a las mascotas de los pilotos, como Lewis Hamilton o (Charles) Leclerc, ¿por qué no pensar en hacerlo en México?”. En el costado del complejo deportivo, los movimientos de Fabbio producen expresiones de ternura. Algunos lo reconocen, porque suele participar en las rodadas de la Alberca Olímpica a Paseo de la Reforma.

Los recorridos en el RB20 de madera comenzaron por esa ruta hace cuatro años. Fabbio tenía su remolque común para mascotas, pero la afición de su dueño por la Fórmula 1 fue la inspiración para imitar la primera versión del coche de Checo. Empecé desde cero. Mi perro está conmigo desde cachorro de tres meses, ahora tiene 15 años y la gente en la calle ya lo conoce. Es un perro grande. Desde los primeros paseos que tuvimos, muchas personas han subido videos en las redes de nuestros recorridos.

En un acontecimiento deportivo caracterizado por el alto consumo de mercancías y las cifras récord, un french poodle convertido en piloto de carreras ha montado su propio espectáculo.

A su alrededor se observan seguidores de Ferrari y Red Bull con máscaras de luchadores, pelucas, jorongos; cartones que muestran el rostro de Fernando Alonso, Charles Leclerc y el mexicano Sergio Pérez. Un organillero toca canciones sobre la banqueta con una cabeza gigante del cantante Luis Miguel, quien ofrecerá un par conciertos en el estadio GNP el 30 de noviembre y 1º de diciembre.

Cuando el desfile de pilotos está por comenzar, Jorge Alvarado sube a la bici y ajusta el cinturón de seguridad en la cabina de Fabbio. La señal de que está listo es un pequeño ladrido. “Adiós, Fabbio Pérez”, grita un niño con la gorra de Checo, acompañado de sus papás. Su carrera de regreso termina en casa.

Van revendedores al juzgado cívico

Un total de 26 revendedores remitidos ante el juzgado cívico por ofrecer boletos a un precio mayor y posiblemente apócrifos, seis motocicletas trasladadas a un depósito vehicular, seis conductores multados por violar el Reglamento de Tránsito y un encapsulamiento de manifestantes se registraron ayer durante el evento Fórmula 1. Gran Premio de México, que se celebró en el autódromo Hermanos Rodríguez.

Las autoridades buscaron prevenir el cierre de vialidades y permitir el ingreso de los asistentes al evento, pero los cortes y desvíos a la circulación implementados por personal de la Subsecretaría de Control de Tránsito no fueron suficientes para evitar largas filas de vehículos y que los tiempos de recorrido se triplicaran. Más de 2 mil 500 oficiales sectoriales, metropolitanos y turísticos, además de 600 agentes de tránsito y más de mil 500 elementos de la Policía Bancaria e Industrial se desplegaron para garantizar la seguridad física y patrimonial de más de 300 mil asistentes durante el sábado y domingo.

Oficiales realizaron patrullajes de seguridad en las cercanías de la Ciudad Deportiva para prevenir actos que alteraran el orden público; y se auxiliaron con el sobrevuelo de dos drones. Durante estas acciones, los uniformados detectaron a 26 personas que ofrecían boletos a precios superiores a los ofertados en las taquillas, y posiblemente apócrifos, por lo que fueron puestos a disposición del juez cívico, quien determinará su situación jurídica.

Mientras, personal de la Subsecretaría de Control de Tránsito implementó un dispositivo para inhibir, retirar y sancionar el estacionamiento prohibido en el Viaducto Río de la Piedad y garantizar la libre circulación al autódromo, como resultado, seis motocicletas fueron remitidas al depósito vehicular y seis conductores fueron multados.

Las protestas de trabajadores contra la reforma al Poder Judicial de la Federación (PJF) se hicieron presentes ayer afuera del autódromo Hermanos Rodríguez, donde se llevó a cabo la final del Gran Premio de Fórmula 1.

Es foro internacional y era importante manifestarnos para que la gente sepa que la reforma judicial es un gran riesgo para México y que es una mentira lo que está diciendo el gobierno, en el sentido deque quieren mejorar el sistema de justicia en México.. quieren inhabilitar al Poder Judicial, sostuvo Patricia Aguayo, vocera de los grupos de trabajadores disidentes en la manifestación.

El grupo de alrededor de cien personas hizo presencia por momentos en puertas de las instalaciones de la Ciudad Deportiva Mixhuca con tambores, platillos musicales, pancartas en inglés y español y diversas consignas que lanzaron repetidamente, como: ¡Ni nos vamos a callar ni nos vamos a mover; el Poder Judicial está de pie!

Durante las cinco horas que se manifestaron fueron rodeados por policías capitalinos en una maniobra de encapsulamiento a fin de garantizar el derecho al libre tránsito de la concurrida zona.