El piloto mexicano Sergio Pérez parece negado a la alegría en el autódromo Hermanos Rodríguez. Hace un año vivió una tarde de espanto al accidentarse cuando apenas comenzaba la carrera y quedó fuera de la competencia. En el Gran Premio de México de 2024 terminó en el último lugar de los 17 autos que finalizaron.

En la arrancada veníamos muy bien; tenía todo para ir adelante, desafortunadamente vino la sanción (de 5 segundos por salida en falso), y eso nos perjudicó bastante, lamentó Checo con el semblante del desánimo.

Fue un fin de semana complicado. Mi peor Gran Premio, pero siempre he dicho que mi sueño es ganar en mi país y voy a intentarlo el próximo año, agregó convencido.

Durante la carrera tuvo un percance con el conductor de RB, Liam Lawson. Ambos se enfrascaron en una pelea por una de las posiciones en la zaga. El neozelandés trató de impedir un rebase y en la maniobra sufrieron un contacto que afectó a ambos competidores.

Cuando Lawson volvió a rebasar al mexicano, el neozelandés entonces le mostró el dedo medio para insultarlo. Al finalizar la carrera, Pérez intentó hablar con él, pero Liam le respondió con majadería y rechazó cualquier aclaración.

Lo que pasó con él fue totalmente innecesario, manifestó Checo; le había hecho la maniobra en la curva cuatro y en la cinco se queda por fuera, pero con lo que pasó llegamos a tener daño los dos. Me arruinó mi carrera y la suya. Es una pena porque pudimos haber cerrado mejor, lamentó Pérez.

Intenté hablar con Lawson al final de la competencia, pero no entiende, ni quiso atender. Es un chavo que está llegando a la Fórmula Uno, quizá tiene mucha presión, demasiadas ganas de protagonismo. Creo que Fernando Alonso también intentó hablar con él en Austin; lo mismo hizo Franco Colapinto, pero si Lawson no aprende y no abre la cabeza seguirá haciendo este tipo de maniobras que le pueden costar el contrato para el próximo año, agregó.

El apoyo recibido, lo mejor

Pese al mal resultado del fin de semana, la afición mexicana no dejó de apoyar a Checo, lo cual agradeció y le mejoró el ánimo al recordarlo.

Me voy del Gran Premio de México con la energía después del apoyo de toda este gente que es increíble, sonrió Checo; me han dado demasiado y han hecho que valga la pena todo; no me voy a rendir por ellos. Volveré a intentarlo el próximo año.