La economía global corre el riesgo de quedar estancada en una senda de bajo crecimiento y alto endeudamiento, sostuvo Kristalina Georgieva, directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Eso significa menos empleos, menos ingresos públicos y, por tanto, menos recursos para las familias y para luchar contra retos de largo plazo como el cambio climático; son tiempos angustiosos teniendo en cuenta estos problemas, declaró.

En conferencia de prensa durante el cuarto día de la reunión anual del FMI y el Banco Mundial, en Washington, la funcionaria declaró que las proyecciones de crecimiento de la economía mundial son las más bajas en décadas y que el comercio ya no es un motor poderoso de crecimiento.

La economía mundial crecerá 3.2 por ciento tanto en 2024 como en 2025, según el documento Perspectivas de la economía mundial. Giro en las políticas y crecientes amenazas, que publicó el FMI el pasado martes.

Se prevé que el crecimiento mundial se mantenga estable, pero con tasas decepcionantes, advierte el organismo en el informe.

Georgieva instó a los gobiernos a hacer reformas estructurales y ajustes fiscales. En la medida que abordemos estos desafíos, es esencial que sigamos cooperando en materia de clima, tecnología y comercio, comentó.

Nuestro análisis muestra que estas reformas pueden impulsar la producción hasta en 8 por ciento en cuatro años en los países en desarrollo, detalló.

Planteó que después de haber recibido por años apoyos fiscales en respuesta a choques económicos, los países deben reconstruir sus amortiguadores fiscales. Esto se puede hacer gradualmente, pero es necesario comenzar ahora.

Georgieva vislumbró un aterrizaje suave para la mayor parte del mundo, pero advirtió que las familias aún sufren por los altos precios y el crecimiento mundial es anémico.

A su vez, los ministros de finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del G20 señalaron en un comunicado conjunto que observan buenas perspectivas de la economía mundial, aunque persisten múltiples desafíos.