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Países del G-20 firman documento

Avanzan propuestas de impuesto mínimo global a megarricos
Corresponsales
Periódico La Jornada
Viernes 25 de octubre de 2024, p. 19

Washington y Nueva York., Líderes financieros del Grupo de los 20 reiteraron hoy su compromiso con la tributación progresiva e impuestos efectivos a individuos de valor neto ultraalto al concluir una serie de consultas paralelas a las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial en esta capital.

La declaración del grupo confirma lo dicho por líderes financieros brasileños y africanos a inicios de la semana: hay un ímpetu internacional creciente por un impuesto mínimo global a multimillonarios que, según los promotores, podría recaudar cientos de miles de millones de dólares e impulsar cambios en políticas para abordar la desigualdad económica, la pobreza y la devastación causada por décadas de políticas neoliberales.

Debora Freire, subsecretaria de política fiscal del Ministerio de Finanzas de Brasil, señaló que aunque al inicio hubo mucha resistencia dentro del G-20 a un impuesto a los superricos, este año se logró que los países de esta agrupación firmaran un primer documento que incluye un compromiso con la tributación progresiva, con una mención explícita de gravar a los magnates.

Si queremos fortalecer los sistemas de impuestos nacionales para gravar efectivamente a los más ricos, necesitamos hablar sobre la importancia de la cooperación internacional tributaria y un impuesto global mínimo a los superricos para enfrentar a quienes evitan y evaden impuestos, dijo. Brasil está impulsando, con otros países, la adopción de un gravamen a los potentados en febrero del próximo año, como parte de una convención marco fiscal de la Organización de Naciones Unidas.

Patrick Ndzana Olomo, jefe de política económica de la Unión Africana, comentó: Si nuestros derechos de gravar no son protegidos, si no podemos ampliar el alcance de los recursos que recaudamos en nuestras propias jurisdicciones, será absolutamente difícil para nosotros pavimentar el camino a la transformación estructural y lograr el crecimiento inclusivo.

En un foro patrocinado por Oxfam International y la Independent Comisión for the Reform of International Corporate Taxation (ICRICT), el economista africano agregó que calcula que los 55 países de África pierden cada año unos 220 mil millones de dólares a causa de los incentivos tributarios otorgados a los superricos, y otros 90 mil millones a través de flujos financieros ilícitos.

El economista Jayati Ghosh, comisionado del ICRICT, dijo que el apoyo para esta iniciativa va más allá de los líderes gubernamentales.

“Realizamos un sondeo entre gente en 17 de los 20 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, y 68 por ciento estaba firmemente a favor de un impuesto de riqueza a los superricos. Sólo 11 por ciento pensaba que no era necesario.

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▲ Elon Musk es la persona más acaudalada del mundo, con una fortuna estimada en 243 mil 700 millones de dólares.Foto Afp

Admitamos que los gobiernos deben poder recaudar sus propios recursos, ¿y qué mejor manera de recaudarlos que de empresas e individuos muy ricos que sencillamente no están pagando ni el impuesto mínimo que paga un asalariado normal?

Señaló que el impuesto mínimo global a los multimillonarios no estipula cómo se recaudan los impuestos, sólo dice que cada país debe asegurar que las élites deben pagar por lo menos 2 por ciento del valor de su riqueza en impuestos cada año. Una parte esencial para iniciar este proceso, agrego Ghosh, es que cada país elabore un registro de todos los activos financieros, propiedades y otros bienes de individuos ricos en sus países y después compartir esta información con otros gobiernos para evitar que los ricos oculten sus fortunas.

Señaló que hace ocho años 142 países acordaron participar en el intercambio automático de información bancaria. El Observatorio Tributario de la Unión Europea reportó recientemente que este sencillo intercambio de información redujo de 9 a sólo 3 por ciento la proporción del PIB global que no está sujeto a ningún impuesto.

El FMI ahora reconoce que gravar a los ricos tiene que formar parte de las políticas financieras. La mano de obra es frecuentemente muy gravada en comparación con la riqueza o las ganancias de, explicó Alexander Klemm, economista de alto rango en el FMI. Al mismo tiempo, muchos países enfrentan el reto de obtener ingresos. ¿A quién deberíamos perseguir? ¿Al pedacito que ya está altamente gravado o a lo que está ligeramente gravado? La respuesta es bastante clara.

Sin embargo, Klemm cuestionó si un impuesto mínimo a la riqueza es la mejor vía. Argumentó que los beneficios de un gravamen a la fortuna neta podrían no beneficiar a quienes más lo necesitan, ya que la mayoría de los superricos viven en unos cuantos países.

El FMI, sugirió Ghosh, podría empezar simplemente por instar a los gobiernos a crear un registro de la riqueza; ¿por qué todo debe ser secreto? Y una vez que se disponga de esa información, tal vez se logrará la movilización política para mayores impuestos.

Freire indicó que el punto principal de la propuesta de un impuesto mínimo global, y de la coordinación internacional, es que podemos mejorar los sistemas tributarios domésticos.