Desde sencillas instalaciones con tapetes de aserrín, flores de cempasúchil, papel picado y calaveras de cartón, hasta montajes monumentales en varias secciones e ingeniosos usos del espacio, así como piezas de arte, componen los altares de muertos que ya pueden ser visitados en recintos culturales y establecimientos comerciales y de servicios del Centro Histórico.

Son trabajos colectivos en los que participaron directivos y empleados de los museos y establecimientos, en algunos casos clientes y proveedores, como el Museo de la Ciudad de México, donde una trabajadora del área de limpieza y mantenimiento aportó, para decorar la ofrenda, nopales, fruta y panes de muerto elaborados por ella misma con papel y tortilleros, o el hotel Isabel, donde una de sus calacas luce un vestido de quinceañera prestado por un comerciante de la Calle de las Novias, asiduo a su restaurante.

La ofrenda del museo, en Pino Suarez 30, dedicada al pintor Joaquín Clausell, fue la primera que se instaló desde el 9 de octubre, explicó Tania Ivett Arce, enlace administrativo, en previsión de que se usaría el recinto para anunciar las actividades por el Día de Muertos en la ciudad.

En Isabel La Católica 63, el hotel Isabel exhibe desde el pasillo de acceso un portal de flores y tres grandes instalaciones en su vestíbulo: una trajinera con un diablo remero, una calaca con su hija y su mascota y una revolucionaria, así como decorados en todos los espacios, incluido el techo tapizado con guirnaldas de papel picado.

José Antonio García, gerente del hotel, contó que todo el personal colaboró, incluso en la elaboración de 3 mil flores de papel usadas en la instalación.

El Museo Archivo de la Fotografía, en República de Guatemala 34, exhibe una ofrenda titulada La dulce muerte niña con tres piezas en técnica alfeñique azúcar del artista José Ignacio González Quinzaños, quien obtuvo este año uno de los premios Fonart, Artesanías Mexicanas, y aunque está montada desde ayer, se inaugura hoy con un recital de Mariana Garte, adelantó Angélica Monroy, coordinadora del lugar.

El hostel Barrio, en la esquina de República de Uruguay y Bolívar, aprovechó al máximo sus reducidos espacios para su instalación Cempohual Xochichtli, que significa camino de cempasúchil, y es un recorrido por tres pisos, desde la terraza hasta el segundo nivel, explicó Neltiliztli Quevedo, gerente operativa, quien diseñó el concepto y en cuyo montaje participó todo el personal.

Otros recintos culturales, como El Rule en Eje Central Lázaro Cárdenas 6 y el Palacio de Cultura Citibanamex, en Madero 17, lucen también sus altares, éste último tuvo ayer alta afluencia porque se anuncia desde la entrada.

Otros espacios donde ya se instalaron ofrendas o ayer se estaban montando son la Casa de los Azulejos, en Madero 4; el hotel Catedral, en su acceso por República de Guatemala 16, sobre la ventana arqueológica, y el Museo de Arte de la SHCP, en Moneda 4.