Un cuerpo de danza conformado por 23 bailarines llevará al espectador por el placer de lo terrenal, que se contrapone a lo religioso en una exaltación de la lujuria, el amor y la fortuna, en una versión neoclásica de Carmina Burana, de la coreógrafa Irina Marcano.

El Taller Coreográfico de la Universidad Nacional Autónoma de México (TCUNAM), dirigido por Marcano, presentará esta obra desde hoy y hasta el domingo en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo del Centro Cultural del Bosque (CCB).

En entrevista, la creadora comenta que fue un gran reto realizar Carmina Burana, porque existen versiones famosas; sin embargo, quería plasmar su propia visión sobre la composición del alemán Carl Orff y retomó todas las arias en el orden que planteó el músico e hizo una relectura de los poemas que él seleccionó.

“Me puse a analizar qué dicen los poemas, a dónde los vamos a llevar, cómo puedo plantear cierta narrativa, porque Carmina Burana es una cantata, y a diferencia de la Ópera, no cuenta una historia; entonces, para darle cierta narrativa escénica y una continuidad con la danza, de esos poemas saqué los personajes principales que normalmente son nombres que se mencionan en los poemas originales.

Obviamente ahí está Fortuna, viene Flora y el Sol, y todos estos personajes van contando una historia que asocié con la vida y la muerte, con el ciclo de vida. La presencia constante de la muerte la traduje como destino, esa fortuna que nos va llevando a todas las acciones que ocurren en nuestra vida. Un poco esa fue la traducción que hice y hacia allá va la propues-ta escénica.

La célebre cantata de Carl Orff, con argumento basado en más de una veintena de canciones escritas por monjes benedictinos en el siglo XII, que se refieren a la vida mundana, los placeres carnales, el amor y el engaño, inspiró a la directora del TCUNAM.

Su propuesta tiene el sello neoclásico de la agrupación, una visión contemporánea, minimalista, pero con muchos juegos grupales y el cuerpo de baile del Taller Coreográfico aparece completo en casi toda la obra, lo que le da una potencia visual muy particular.

Sobre lo que transmite la pieza, Marcano comparte que son muchas las emociones que produce la partitura de Carl Orff. Despierta un sinfín de sensaciones, tiene momentos muy álgidos y otros más bajos, juega con los sentimientos.

Explicó que la obra está dividida en tres etapas, al igual que lo hizo Carl, que son la primavera, la taberna y la corte del amor. La escenas de la taberna son de lujuria, está la parte más oscura del ser y también es el bloque más interesante para interpretar, y se nota en la puesta escénica, porque cuando llegamos a esa mitad, hay abundante contenido, mucha danza, aunque hay cambios de vestuario, esto fue lo que más me emocionó y me conectó, esas escenas centrales se convierten en una parte emblemática de la pieza.

La directora del TCUNAM indicó que en 90 por ciento de las escenas participa todo el cuerpo de baile, lo que ha sido un reto en los ensayos para las formaciones y que cada bailarín converja en la coreografía. Hace pocos meses le aposté a esta pieza para fomentar el trabajo en equipo y conocernos mejor y ha sido muy fructífero el proceso para la compañía, la verdad es que hicieron un gran trabajo, agregó.

El TCUNAM, una de las compañías más destacadas del país, fundada en 1970 por Gloria Contreras, se presenta con Carmina Burana hoy y mañana a las 20 horas, sábado a las 19 y domingo a las 18 horas, en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo del CCB (Paseo de la Reforma y Campo Marte).