malas políticas públicas
Martes 22 de octubre de 2024, p. 15
Aguascalientes, Ags.., El recrudecimiento de la sequía como parte del calentamiento global y la aplicación de políticas públicas deficientes
para el tratamiento y preservación del agua mantienen a Aguascalientes en una crisis hídrica que afecta la producción agropecuaria y a la población, aseguró en entrevista con La Jornada Saúl Alejandro Flores, académico de la Universidad Autónoma del estado y del Centro de Investigación y Docencia Económicas.
Los daños registrados por el agostamiento desde el año pasado implicaron el sacrificio de 350 mil cabezas de ganado y la reducción en la producción de maíz y guayaba de temporal, resaltó el especialista en gestión hídrica y derecho ambiental; además, apuntó que “los campesinos y los ganaderos no han encontrado un eco de ayuda por parte de las autoridades.
Sabemos que cuando la sequía extrema está, como sucedió hasta inicios de julio, los gobiernos comienzan a aplicar acciones, pero comienza a llover, y esta crisis pasa a segundo término. Esa sensación de emergencia, acompañada de toda la infraestructura aplicada para atenderla, queda en el olvido, y ya no se siente del mismo impacto. Eso te dice erróneamente que ya nos recuperamos, pero el daño económico se queda e impacta el bolsillo de las personas
, indicó.
Dio a conocer que el estado se ubica en una zona semiárida y las precipitaciones pluviales no llegan al campo, sólo con la temporada ciclónica, como la actual, que incluso abastece a las presas, cuencas, ríos y bordos.
La presa Plutarco Elías Calles, la más grande, con 358 millones de metros cúbicos, se encuentra en más de 16 por ciento; mientras otras más pequeñas, como la Jocoquí o el Calvillo, rebasan 90 por ciento, lo que puede dar suministro de riego hasta el próximo año, destacó.
Aun así, con el cambio climático, el líquido captado se evapora y se pierde 70 por ciento porque aunque esté nublado o sea invierno, el calor de las largas sequías lo consume
, sustentó.