Bogotá. Los 60 soldados que fueron retenidos por unos 250 pobladores de la comunidad El Filo en el suroeste de Colombia, durante el operativo Perseo para expulsar a disidentes de una extinta guerrilla, fueron puestos en libertad la tarde de ayer, informó el ejército.

Las tropas fueron conducidas hacia un lugar seguro y puestas en otra posición, afirmó el general Federico Mejía, jefe del Comando del Cauca, en declaraciones a la prensa por parte de la institución militar, al tiempo que precisó que los involucrados son parte de los mil 400 hombres que se encuentran en el área y que continúan en la operación.

El caso se judicializará e investigará en la fiscalía colombiana, agregó el general Mejía, quien no dio detalles de cómo se consiguió la salida de los elementos castrenses del área.

Estas estructuras criminales intentan persuadir a la población civil bajo la amenaza de desterrarlos de sus propiedades si no acatan sus órdenes de sacar a las tropas del ejército colombiano de las áreas de operaciones”, explicó.

El jefe militar del Cauca ratificó que el objetivo del operativo Perseo es ingresar al territorio para quedarnos en el corredor que provee de tantos recursos ilícitos a esas estructuras.

Las fuerzas militares ingresaron una semana atrás a la comunidad El Plateado en uno de los operativos más grandes para recuperar el control de la zona donde predomina el frente Carlos Patiño, del Estado Mayor Central, una de las mayores disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), al mando de alias Iván Mordisco.

Corredor estratégico

El Filo, que se ubica a unos 12 kilómetros al norte de El Plateado, en el municipio Argelia, que confluye en el conocido Cañón del Micay, lo tomaron como una retaguardia que les permite recuperar heridos, reacondicionar sus municiones, explosivos y que tiene conexión rápida entre las comunidades, explicó el militar en declaraciones a la W Radio de Colombia.

Además, El Filo es un corredor en el que por años los grupos armados ilegales desarrollaron actividades de producción, comercialización y tráfico de drogas, cuya posición estratégica conecta a las poblaciones y permite su salida hasta el Pacífico, de acuerdo con las autoridades.

La semana pasada, la directora del departamento administrativo de la presidencia de Colombia, Laura Sarabia, ratificó, tras una visita a la región del Cauca, la disposición del gobierno de hacer presencia permanente en esa zona del suroeste de la nación.

La funcionaria explicó que desde hacía 13 años la fuerza pública estuvo ausente de la localidad, por lo cual calificó como normal las muestras de incertidumbre y desconfianza por parte de los pobladores hacia la intervención del Estado.