Integrantes de la Asamblea Nacional de Jubilados y Pensionados de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) realizaron ayer una manifestación para solicitarle a la presidenta Claudia Sheinbaum que ponga fin al esquema de las administradoras de fondos para el retiro (Afore) y facilite el regreso del modelo de las pensiones solidarias.

En medio de consignas como se ve, se siente, jubilados está presente, los afectados –quienes arribaron desde Sinaloa, Guerrero, Nuevo León, Yucatán, San Luis Potosí, Hidalgo y Guanajuato, además de la Ciudad de México—marcharon del Zócalo a la calle de Correo Mayor, donde se encuentra uno de los accesos laterales de Palacio Nacional.

Ahí, entregaron una copia de su pliego petitorio, en el cual exigieron la desaparición de las Afore y que el pago de las pensiones se lleve a cabo en salarios mínimos no en Unidades de Medida y Actualización (UMA), por considerar que les ha generado afectaciones económicas graves.

Avelino Martínez Ponce, integrante de la sección 9 de la CNTE, explicó que la UMA, creada en 2016, se ha convertido en un instrumento neoliberal para seguir desmantelando los servicios de salud y las prestaciones económicas. Sobre todo se refleja de manera cruel y catastrófica en el pago de los jubilados, quienes reciben 53 por ciento menos de lo que deberían.

La Constitución, dijo, establece que las pensiones deben pagarse tomando como referencia los salarios mínimos, pero el IMSS y el Issste lo hacen con base en la UMA, la cual no fue creada para la seguridad social, sino para pagos de multas y otros fines administrativos.

Sólo beneficia a los bancos

Por otro lado, afirmó, los trabajadores retirados de la CNTE exigen la desaparición del esquema de Afore por considerar que únicamente beneficia a los bancos y administradoras privadas de dicho servicio; además de rescatar el carácter colectivo, intergeneracional y solidario de las pensiones y jubilaciones.

Asimismo exigen el otorgamiento de servicios de salud dignos; la mejora de las prestaciones que dan el IMSS e Issste, y el abandono de los criterios mercantilistas en el otorgamiento de los créditos hipotecarios del Fovissste, los cuales los hacen impagables.