La ensayista Georgina Moctezuma debutó con El jardín de los ídolos (FCE), obra que combina autobiografía, ensayo y exploración de archivos históricos para desentrañar los misterios y símbolos ocultos en la ciudad de Puebla.

Originaria de esa capital, la escritora explicó en entrevista con La Jornada cómo surgió la idea de escribir este texto a partir de una anécdota familiar, centrada en un enigmático jardín que albergaba figuras prehispánicas.

Mi curiosidad por este lugar nació de los relatos que escuchaba en mi casa. Nunca lo vi en persona, pero las historias que contaban mi mamá, mis tías y mi abuela sobre aquel lugar despertaron en mí la necesidad de investigar.

La autora explora su pasado mientras busca rastros de esas figuras, las cuales, según recuerda, se mencionaban como piezas auténticas de origen prehispánico, aunque nunca hubo certeza sobre su veracidad. Un aspecto clave de su proceso creativo fue precisamente la duda acerca de la legitimidad de las esculturas que se decían encontradas en ese jardín.

De niña me resultaba muy claro que las piezas históricas estaban en museos o en zonas arqueológicas protegidas, por lo que me preguntaba si este jardín era un espacio legítimo o simplemente un adorno decorativo, añadió.

Maestra en letras iberoamericanas, Georgina Moctezuma (Puebla, 1987) describió su obra como un recorrido por los archivos históricos y los relatos urbanos que ella misma vivió o escuchó.

A partir de su trabajo en el Archivo Histórico de la Catedral de Puebla, adquirió el interés y la sensibilidad por los documentos que se conservan en aquel lugar, lo que enriqueció su percepción sobre la ciudad.

Mi labor en el archivo me permitió apreciar la ciudad desde otra perspectiva, más conectada con su pasado y con su historia social. Estos documentos reflejan dinámicas de una Puebla que ya no existe, pero que persiste en ciertas costumbres y calles. De esta forma, el libro transita entre lo personal y lo histórico, aunado a que crea una cartografía íntima de la urbe.

Una identidad definida por los espacios

Uno de los temas más intrigantes de su obra es la relación entre la simbología de los ídolos prehispánicos y la identidad personal de la autora.

Moctezuma reflexionó sobre cómo su crecimiento personal está vinculado al redescubrimiento de Puebla: No sé hasta qué punto mi identidad (como mujer que habita ahí) está definida por estos espacios. Lo que hallé fue una ciudad renovada, en constante transformación, que sigue marcando a quienes la recorren.

Al entrelazar su biografía con la historia de su lugar de origen, la autora también abordó la mística novohispana, elemento destacado de su obra. Sin embargo, el ensayo literario le permitió “una libertad que rara vez encuentro en otros géneros.

Escribir este libro fue un proceso íntimo, donde profundicé en el jardín y la ciudad, pero además en mi relación con la escritura. Me gustaría que esta obra inspire a otros a buscar los detalles simbólicos en las ciudades que habitan, que vean más allá de lo evidente y descubran las historias ocultas en su entorno.