Durante la reunión en Palacio Nacional explicamos a empresarios estadunidenses y mexicanos las condiciones de inversión en México, aseveró la presidenta Claudia Sheinbaum.

Sí, queremos inversión extranjera directa, por supuesto, pero no sólo inversión por inversión. El asunto es: ¿para qué la queremos? Para generar buenos empleos y el bienestar de los mexicanos.

Subrayó que se pretende orientar la captación de capital extranjero de acuerdo con la planeación nacional y ordenarla en función del Plan Nacional de Desarrollo y los programas de energía e hídrico, para no repetir la experiencia de Constellation Brands, empresa cervecera de alto consumo de agua que pretendía instalarse en Mexicali, una de las zonas de mayor estrés hídrico, y que se logró relocalizar en Veracruz.

En este sentido, destacó que el consejo empresarial, que colaborará con el gobierno por medio del consejo asesor coordinado por Altagracia Gómez, permitirá esclarecer dudas y establecer mesas de diálogo específicas. Comentó que en el encuentro del martes se acordaron grupos en materia de relocalización de empresas y de seguridad en carreteras o de pasos fronterizos, entre otros temas.

También se les dijo: queremos que continúe el tratado, que se invierta en México; las inversiones en el país van a estar seguras, habrá certidumbre de todo tipo. Y también señalé que vamos a dialogar siempre; si no estamos de acuerdo en algo, pues también se vale, para eso es la democracia, pero seguir con este diálogo. Consideró que el encuentro fue bueno porque es una relación muy honesta, muy sana.

Sheinbaum explicó que la idea es hacer un consejo con empresarios nacionales, que incluya a la Cámara de Comercio de Estados Unidos y cámaras empresariales mexicanas para impulsar el programa que llamamos Polos de Bienestar.

En el sexenio pasado, recordó, se crearon 12 de esos polos en el sureste, y ahora se pretende conformar 100 parques industriales en todo el país, que se unificarán en zonas con suficiente agua, donde los trabajadores tengan vivienda cercana a las fuentes de trabajo; en fin, una estrategia general de desarrollo regional.

Mencionó que en el encuentro se abordó la reforma judicial. Se les explicó que se pretende que en el país haya “un verdadero Poder Judicial que esté al servicio del pueblo y de la nación. Y de los intereses particulares que están, en todo caso, en conflicto, ¿qué queremos? Un sistema, un Poder Judicial que esté al servicio de la nación.

Les expliqué que toda mi vida luché por la democracia; no llegamos a la Presidencia a ser autoritarios, si creemos en las libertades.

Habló sobre las prácticas de nepotismo que se han arraigado en el Poder Judicial, pues según datos de la propia Corte, 37.4 por ciento del personal tiene relaciones familiares en órganos jurisdiccionales, reconocido por los ministros. Sin embargo, defienden la carrera judicial. O sea, explíquenme la carrera judicial cuando cerca de la mitad, o poco menos de la mitad, son familiares: hijos, primos, hermanos, cuñados, sobrinos.