La decisión de retirar de la reforma energética constitucional lo relativo a la transición hacia energías limpias obedeció solamente a que su redacción estaba confusa y daba pauta a interpretaciones sobre sus alcances, informó la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Sin embargo, adelantó que este aspecto se retomará en la redacción de las leyes secundarias para dejar sólo en los cambios a la Carta Magna lo concerniente a Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad.

No quedaba claro exactamente a qué se referían. Formalmente era para la transición energética, pero en el párrafo no quedaba claro si era solamente obligación del Estado la planeación de la transición o también la producción de todas las fuentes renovables de energía. Si hubiera quedado como tal, no habría sido consistente con lo que estamos planteando; es decir, de quedar así, podía ser que, si uno pone un panel fotovoltaico en su casa estuviera prohibido.

En este contexto, durante su conferencia ratificó que su gobierno impulsará las energías renovables aunque esto no necesariamente tendría que incorporarse a la Constitución y se optó por dar prioridad a dejar claro las características de las empresas públicas.

Por otro lado, la mandataria aseveró que promoverá la iniciativa para que ahora sí, efectivamente, nadie pueda ganar más que la Presidenta. En la enmienda que se aprobó en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador diversos organismos autónomos buscaron evadirla y continuar percibiendo altos salarios, aun cuando contravenía la Constitución y la austeridad republicana.

Al criticar que aún haya instancias de la administración pública que no se rigen por ese principio, apuntó: no puede ser que las y los servidores públicos tengamos salarios que excedan el salario de la Presidenta, que se redujo a la mitad desde el periodo del (ex) presidente López Obrador. Ese es el principio juarista de que no puede haber gobierno rico con pueblo pobre.