La continua elevación de las temperaturas en los océanos, como parte del recrudecimiento de calentamiento global, es el principal factor que ha provocado la rápida formación, elevada intensidad y gran dimensión, entre otras características, de la actual composición de los huracanes, lo que está afectando a las poblaciones y al campo mexicano, aseguró Francisco Estrada, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Estrada explicó a La Jornada que desde hace unos 15 o 20 años ya se viene diciendo que los huracanes por cambio climático se van a volver más intensos, y aunque no sabemos si se van a volver más frecuentes, íbamos a tener un mayor número. Y en efecto, es algo que hemos estado viendo.

Para esta temporada ciclónica, que va del 1° de junio al 30 noviembre, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha registrado 11 fenómenos en el océano Pacífico, intensificándose a huracanes Carlota, Gilma y John, de categorías entre 2 y 5, mientras en el Atlántico se formaron 13, convirtiéndose en huracanes Berly, Kirk, Helene y Milton, de categorías entre 3 y 5.

El aumento de la temperatura nos lleva a que, desde hace meses, tenemos básicamente todo el Atlán­tico y el Pacífico con temperaturas muy elevadas, y no solamente es la superficial y atmosférica, sino el contenido del calor que va adquiriendo el agua en los océanos, señaló. Por eso tenemos huracanes que se pueden intensificar muy rápido, como Milton, que pasó en menos de 48 horas de tormenta tropical a huracán categoría 5, dejando severos daños en Florida, Estados Unidos.

Reportes históricos

En México han impactado con categoría 5 Janet (1955), Beulah (1967), Anita (1977), Gilbert (1988) y Dean (2007), en el Atlántico, y desde el Pacífico lo han hecho Patricia (2015) y Otis (2023), indican los reportes históricos del SMN.

Hay que tener también en cuenta que la temperatura global ya ha aumentado 1.2 o 1.3 grados Celsius con respecto al periodo preindustrial, eso ya es demasiado. Los especialistas nos dicen: rebasar 1.5 es muy mala idea, porque va a haber consecuencias muy severas en los sistemas naturales y en la humanidad.

Al asegurar que rebasar este umbral podría pasar entre cinco o 10 años, aunque en los últimos 15 meses ya sucedió, alertó que el calentamiento ya provoca temporadas de sequías y huracanes muy largas, y hoy los rendimientos de cultivos en algunos estados ha bajado entre 5 y 20 por ciento, como en el maíz.