Guanajuato, Gto., Desde hace 52 años, “los guanajuatenses disfrutamos el Festival Internacional Cervantino (FIC), porque para nosotros es una gran celebración en honor a Miguel de Cervantes.

“Cómo no vamos a estar agradecidos, si su obra nos ayudó a resucitar como ciudad, a vivir de nuevo; nos dio la vitalidad que habíamos perdido con tantas tragedias y con tantas guerras.

Hoy por hoy, la ciudad de Guanajuato es más cervantina que La Mancha, en España, expresó a La Jornada el cronista guanajuatense Eduardo Vidaurri.

Reiteró que “Cervantes está presente en prácticamente todos los espacios de la ciudad: tenemos el callejón de Miguel de Cervantes, plazas en las que se han realizado representaciones, no sólo de los entremeses cervantinos, sino de otros grandes escritores del Siglo de Oro, y las estudiantinas, una pasión por la música antigua.

“Guanajuato es una ciudad impregnada del espíritu de Cervantes, es patrimonio cultural de la humanidad por su extraordinaria arquitectura barroca, por las grandes obras de ingeniería hidráulica, por el gran trabajo que hizo la minería, que posicionó a esta población como uno de los centros extractores de plata más importantes del mundo en el siglo XVIII.

La mayor parte de las monedas que circulaban en el mundo en ese tiempo se hacían con plata que había sido extraída de las minas de Guanajuato; además, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura decidió nombrarnos también Capital Cervantina de América.

El cronista explicó que esta ciudad ha experimentado grandes alegrías, extraordinarias bonanzas con la minería, épocas de mucho esplendor, pero también muchas tragedias, como inundaciones, epidemias, guerras, situaciones que evidentemente la han hecho una ciudad muy resiliente.

▲ Vidaurri reiteró que Cervantes está presente en prácticamente todos los espacios de la ciudad, como la efigie del personaje ficticio Alonso Quijano, afuera del Museo Iconográfico del Quijote (imagen superior). Sobre estas líneas, el Teatro Juárez, uno de los escenarios del 52 FIC.Foto Fabiola Palapa Quijas

Vidaurri mencionó que en 1765 se montaron muchos templetes en diferentes puntos de la ciudad de Guanajuato, donde se celebraron conciertos, se leyó poesía, se representaron escenas dramáticas; para muchos eso marcó el inicio de una vocación cultural para esta población minera.

Evidentemente, tuvimos interrupciones abruptas con la guerra de Independencia, la actividad económica y la actividad cultural de alguna manera se paralizaron; luego la retomamos.

Relató que en 1938 se revitalizó la vida cultural de la ciudad cuando los habitantes se apoderaron de espacios como el Teatro Juárez, y comenzaron a realizar los montajes en los que participó Enrique Ruelas; además, crearon un comité pro turismo; esa fue una gran época, y la Universidad de Guanajuato tuvo un papel fundamental para revitalizar la vida cultural.

En la actualidad, la gente se sienta en las plazas a ver lo que ofrece el Cervantino, así como los desfiles que se organizan con los estados invitados, y también asiste a los espectáculos en los teatros. Cuando se anuncia la programación veo las filas de los guanajuatenses en la taquilla para adquirir sus boletos.

El cronista concluyó que el FIC es un instrumento fundamental para proyectar mundialmente a la ciudad de Guanajuato y a México.