Durante una manifestación de trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) que se oponen a la reforma que ordena la elección de jueces por voto popular, la consejera de la Judicatura Federal (CJF) Lilia Mónica López Benítez afirmó: hoy, dentro de una de las grandes instituciones de nuestro país se está llevando a cabo, discúlpenme que lo diga de esta manera, una masacre. Una masacre donde mis compañeros y compañeras juzgadores, y me incluyo, estamos en una tómbola definiendo la vida no solamente de nuestra carreras, de nuestras familias, sino de la justicia en México.

La integrante de la Judicatura –que ha apoyado todos los acuerdos para mantener la suspensión de actividades al votar junto con la ministra Norma Lucía Piña Hernández y el consejero José Alfonso Montalvo–, estuvo en la manifestación por escasos 20 minutos, tiempo en que fue aplaudida, consentida por los trabajadores y considerada por ellos de confianza.

En la movilización que aglutinó alrededor de 100 actuarios, secretarios de juzgados y personal de base que laboran en el PJF, un grupo de trabajadores del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México convocó a un paro nacional de tribunales locales.

Pocos, pero ruidosos y con ritmo, nos mantenemos en la lucha contra la reforma judicial, señalaron algunos de los empleados que desde las 9 de la mañana y hasta casi las 3 de la tarde se manifestaron en la sede senatorial, donde se definieron las plazas de jueces y magistrados que estarán a votación el 1º de junio de 2025.

Afuera del Senado, el día transcurrió con consignas de críticas al Poder Legislativo por la aprobación de la reforma judicial, a los métodos de selección y al desa­cato que, afirman, cometieron cuatro integrantes del CJF al entregar la lista de las plazas vacantes y cuyos titulares deben ser elegidos por voto ciudadano.