Bogotá. Bogotá fue escenario la tarde de ayer de una manifestación en respaldo al presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien esta semana denunció que comenzó un golpe de Estado contra su gobierno, luego que el Consejo Nacional Electoral (CNE) abrió una investigación argumentando que su campaña habría superado los topes establecidos por la ley electoral.

La Fiscalía General de Colombia investigará la supuesta ocurrencia de hechos irregulares en los que habrían incurrido los magistrados del CNE al formular cargos contra el mandatario, informaron ayer medios locales.

La indagación tendrá lugar ante una denuncia interpuesta por un demandante, quien alegó que los magistrados excedieron sus competencias, pues la Comisión de Investigación y Acusaciones de la Cámara de Representantes es el único órgano con potestad para indagar al jefe de Estado.

Los magistrados involucrados en la demanda de prevaricato serían Benjamín Ortiz, Alfonso Campo y Álvaro Hernán, quienes firmaron la ponencia con la que finalmente se hizo la formulación de cargos. También se menciona a Maritza Martínez, Altus Baquero, Cristian Quiroz y César Lorduy.

El mandatario colombiano desmintió las acusaciones en su contra y pidió a la Comisión de Investigación y Acusaciones de la Cámara de Representantes hacer públicos los hallazgos que esa entidad realizara sobre sus actividades proselitistas cuando era candidato presidencial.

Tras el suceso, Petro recibió múltiples muestras de apoyo de organizaciones sociales y sindicales y en señal de rechazo a lo que consideran es la antesala de un golpe de Estado.

La presencia del mandatario estaba prevista en la concentración en su apoyo, así como en un acto de reconocimiento de la responsabilidad internacional de Colombia por los diferentes hechos victimizantes en contra de los miembros de la Unión Patriótica (UP), entre 1984 y 2006, que se realizó en la Plaza Bolívar en Bogotá.

Petro no asistió por problemas de salud, declaró desde su cuenta de la red social X, que suspendió su participación por un fuerte cuadro gripal y respiratorio.

Hoy acompaño a todas las víctimas y, como jefe de Estado, quiero pedir perdón por las atrocidades cometidas contra la Unión Patriótica, escribió el mandatario.

Harold Preciado, un vendedor de frutas de Quibdó, cortaba una piña con calma. No estaba allí por razones políticas, pero simpatizaba con el mandatario. Al presidente lo quieren bajar porque se preocupa por los pobres, expresó.