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Penultimátum

Obras de Abramović, a subasta

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ás de 20 artistas internacionales donaron obras para la subasta Blue: Art for the Ocean, entre ellos, Marina Abramović, Yoshitomo Nara y Edmund de Waal. Las ofrece todo este mes Christie’s de Londres. La finalidad: obtener recursos para la Fundación Blue Marine, organización conservacionista dedicada a restaurar la salud de los océanos. En especial aborda un tema muy actual: la sobrepesca.

Entre las obras donadas destaca una fotografía de Marina Abramović en la que sigue la tradición romántica alemana. Ella está de espaldas al espectador, haciéndose eco del cuadro El caminante sobre el mar de niebla (1817), de Caspar David Friedrich, en el que un hombre contempla colinas cubiertas de niebla. En su versión, Abramović está de pie con un vestido rojo, con los brazos levantados hacia el océano, mientras las olas golpean la tierra hasta convertirla en gránulos arrastrados por el viento.

En 50 años de carrera, la artista serbia es famosa por sus obras en las que se somete a presión física y emocional extrema. Ha vivido y pasado hambre en una galería de Nueva York; perdió el conocimiento mientras yacía en el marco de una estrella de madera ardiendo. Y la más famosa: en 1974 permaneció pasiva durante seis horas mientras los espectadores eran invitados a hacer lo que quisieran con ella. Aprendí que el público puede matarte, dijo sobre esa desgarradora actuación, en la que perdió una parte de su cabello blanco.

Nacida en 1947, en lo que era Yugoslavia, Abramović creció en un hogar privilegiado pero estricto. Sus padres fueron héroes en la Segunda Guerra Mundial por su lucha contra el nazismo; pertenecían a la élite yugoslava. Gran parte de sus primeros trabajos se centró en denunciar la dictadura del presidente Josip Broz Tito, utilizando para ello su cuerpo como metáfora del régimen represivo.

Destaca su viaje a la mina de oro de Serra Pelada, en Brasil, en 1990. Allí supo de las catastróficas consecuencias de la extracción de los metales para los obreros y la naturaleza. Desde entonces denuncia las consecuencias negativas que trae la destrucción del medio ambiente. La estancia de Abramović en esa mina la documentó espléndidamente Sebastião Salgado.