La escritora sudcoreana Han Kang, Premio Nobel de Literatura 2024, es una artista completa, pues también tiene amplia presencia en las artes plásticas y el performance.

Si bien es reconocida por su innovación en la narrativa, ha participado en exposiciones como la edición 57 de la muestra internacional del Museo de Arte Carnegie.

En 2019 fue convocada a formar parte de la Biblioteca del Futuro. En esa ocasión, llegó al bosque de Nordmarka, Noruega, arrastrando una manta blanca que se iba manchando de hierbas y tierra. En aquella ocasión, Kang explicó que para ella ese ejercicio era como leer a las plantas el manuscrito que luego presentó al público.

Estamos en un pequeño funeral, esperando a renacer nuevamente de forma más completa. Como si se tratara de una canción de cuna con la que nos meceremos todo el camino, tocándonos suavemente durante el trayecto. Parece el tiempo para despedirnos.

Cuando llegó a una zona descampada, se hincó, dobló la tela como un paquete y la entregó junto con su manuscrito, que permanecerá en una bóveda hasta 2114.

El blanco de la manta no fue casualidad: en sus obras, en ese color se combinan vida y muerte, como en The White Book, en el que interpreta los colores como sucesos de la vida, reflejo de su conocimiento del budismo que rige su vida.

En su presentación en el museo Carnegie, Kang creó dos videomontajes en los cuales se le puede ver manipulando una manta en un bosque.

En esa ocasión, empleó una gran tela blanca impoluta que arrastró en la nieve. Parece reflejar un diálogo entre lo corpóreo y lo espiritual: Yo acompañada de mi cuerpo, dice en uno de sus poemas. En otra pieza juega con la manta, como si estuviera develando el bosque en el cual se encuentra, levantando una cortina que nos muestra que enfrente está la belleza.

En sus piezas, Han Kang también dialoga con la tensión, como en la pieza El funeral, para la cual colocó palos negros inclinados hacia el frente con un fondo blanco, que fue expuesta en conjunto con algunos de los poemas.

En Walk (Caminata), Kang avanza con los pies entintados sobre un lienzo blanco y deja el recorrido marcado.