Santiago. El presidente chileno, Gabriel Boric, anunció un proyecto de ley para crear un fondo de Financiamiento Público para la Educación Superior (FES), con el fin de terminar con el actual sistema de Crédito con Aval del Estado (CAE), un multimillonario negocio para la banca que cuesta al fisco unos mil 100 millones de dólares anuales.

El nuevo sistema tendrá un costo igual o menor a lo que hoy día existe, pero aplicado con mayor justicia y a los profesionales que ya egresaron de la educación superior, detalló el ministro de Hacienda, Mario Marcel.

Boric intenta así cumplir parcialmente una de sus más sentidas promesas de campaña: condonar el endeudamiento de 11 mil 627 millones de dólares que contrajeron un millón de estudiantes o sus familias, quienes por las condiciones pauperizadas del mercado laboral no pueden hacerle frente.

A diciembre de 2023, eran 896 mil los deudores del CAE, de los cuales 697 mil (78 por ciento) egresaron y 199 mil abandonaron sin terminar. En 2023, en mora con más de tres cuotas vencidas, eran 539 mil (53.8 por ciento).

Con el fin del CAE ganan los jóvenes y sus familias, quienes verán que desaparece o se alivia de manera significativa su deuda, lo que contribuirá directamente al presupuesto familiar. Ganan también los futuros alumnos, quienes podrán estudiar sin el agobio del endeudamiento, aseveró en un discurso televisado la noche del lunes.

Explicó que se condonará parte de la deuda con base en criterios de justicia y mérito.

Todos quienes adscriban este instrumento tendrán una condonación del porcentaje de su deuda, que se va a definir según si la persona egresó o no de su carrera, si tiene o no su deuda al día y de acuerdo con el número de cuotas que haya pagado a la fecha. Así apoyaremos a los deudores de menos recursos, reconoceremos a quienes responsablemente han pagado sus cuotas e incentivaremos la regularización de quienes aún adeudan pagos, afirmó.

Quienes pagaron el CAE obtendrán beneficios tributarios a futuro en reconocimiento al esfuerzo de servir las obligaciones.

De acuerdo con el presidente, los bancos no participarán del nuevo instrumento.

Con el FES, no habrá espacio para la especulación, el abuso, ni para lucrar, sino una retribución justa por la formación recibida. Al mismo tiempo, aumentaremos los estándares de transparencia y rendición de cuentas, permitiendo que la ciudadanía sepa cómo se gastan los recursos, afirmó.

En Chile, desde 2016 rige la gratuidad para 60 por ciento de la población de menores ingresos, después que durante la dictadura de Pinochet todas las universidades cobraban matrícula y aranceles mensuales.

En Chile, alrededor de 80 por ciento de la fuerza laboral percibe ingresos mensuales equivalentes a unos 900 dólares y 50 por ciento está en unos 500 dólares; no pocos de quienes se titularon no consiguen emplearse en las carreras de las que egresaron.

Si bien la tasa de desempleo abierto es de 8.7 por ciento de la fuerza laboral, el empleo informal está en 27 por ciento y representa más de 60 por ciento de los puestos de trabajo que van creándose.