Miércoles 9 de octubre de 2024, p. 24
Chilpancingo , Gro., Gustavo Alarcón Herrera, alcalde sustituto de Chilpancingo, dijo que espera que esta misma semana asuma formalmente el cargo en sustitución de Alejandro Arcos Catalán, quien fue ejecutado el domingo.
Todavía se tienen que resolver algunos requisitos administrativos y de tipo legal; me reuniré con funcionarios estatales para definir algunos detalles
, explicó en entrevista telefónica.
Comentó que los gobiernos estatal y municipal le asignaron grupos de policías para resguardar su seguridad. Mientras, el cabildo de esta capital decretó tres días de luto por el homicidio del edil perredista Arcos Catalán.
Alarcón Herrera, quien hasta el domingo pasado seguía ejerciendo su profesión como médico, explicó que hasta ahora el cuerpo edilicio no ha informado cuándo asumirá el cargo.
Consideró que su toma de posesión es apremiante porque se necesita enviar cierta documentación al Fondo de aportaciones para el fortalecimiento de los municipios, para que sigan los trabajos de interdependencia entre las instituciones, como el ayuntamiento, y el gobierno estatal, por ello hay un poco de retraso
.
Además, agregó, hay documentos oficiales que se tienen que presentar de acuerdo con la ley, como el certificado de defunción de Alejandro Arcos ante el cabildo, para justificar que hay ausencia del titular. Posteriormente el Congreso local certificará y será la instancia que me reafirme la posesión
.
–Doctor, ¿ y qué piensa su familia de que tomó esta decisión?
–Pues, es un tema bastante serio, difícil. Créeme que no podría externarlo, sin duda es parte de un daño que se da, como tal.
Alarcón Herrera tiene 64 años, nació en 1960 en el vecino municipio de Eduardo Neri; es hijo del ex alcalde priísta Saúl Alarcón Abarca (2002-2005); es médico cirujano egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México y de la Universidad Autónoma de Guerrero, con especialidad en medicina interna.
El hasta ahora edil suplente narró que el domingo pasado “estaba dando consulta, me estaba preparando para ir a trabajar al Hospital Raymundo Abarca Alarcón, donde empiezo a las 8 la noche, pero me detuvo un grupo de policías estatales y municipales y me dijeron: ‘no se puede mover de aquí, hasta nuevo aviso; no nos vamos a despegar de usted’”.
En este contexto, la Conferencia del Episcopado Mexicano advirtió que los hechos de violencia en Guerrero revelan una situación alarmante
en el país, por lo que llamó a las autoridades a retomar la Agenda Nacional de Paz y emprender acciones de pacificación.