Riad. Después de que en 2023 gastó casi mil millones de dólares para atraer a grandes estrellas del balón a su liga, Arabia Saudita puso el freno con los fichajes este año, al invertir la mitad, debido a la política de reducción presupuestaria en la monarquía petrolera del Golfo.

Los clubes sauditas tiraron la casa por la ventana en 2023 para fichar a figuras como Cristiano Ronaldo, Karim Benzema, N’Golo Kante, Sadio Mané y Neymar, pero en la actual temporada la transferencia más destacada fue la de Ivan Toney, del Brentford a Al-Ahli.

El gasto de los clubes de la Saudi Pro League pasó de 957 millones de dólares (fue el segundo país que más gastó tras la Premier inglesa) a 431 millones en la última ventana, ubicándose en la sexta plaza en la lista de ligas con más inversión, detrás de los cinco grandes campeonatos europeos con los que aspira a competir.

Creo que el año pasado alcanzaron su objetivo, ubicar su liga en el mapa. Jugadores como Ronaldo y otros han atraído al público, pero la cuestión es cómo mantener esto, analizó el investigador de la Universidad de Singapur, James Dorsey.

Las ambiciones del futbol saudita, alimentadas por los ingresos del petróleo, recuerdan las de la Superliga China, cuyos clubes reclutaron a precio de oro a muchos futbolistas, hasta que varios propietarios se declararon en quiebra.

Existen formas más reflexivas y estratégicas de abordar los desafíos de la adquisición de talentos y se tiene la sensación de que los sauditas las están considerando, estimó Simon Chadwick, profesor de deporte y economía geopolítica en la Skema Business School.

Para este experto, los fichajes faraónicos no se han acabado, aunque es poco probable que se repita con regularidad el escenario de 2023.

El descenso de los gastos en el futbol se enmarca en un contexto de presiones presupuestarias crecientes en el reino del Golfo. Este año han suspendido muchos proyectos para estudiar su relación calidad-precio, según Chadwick. Y los fichajes de astros del futbol son una carga financiera a largo plazo que no garantiza el éxito, en particular, de la selección nacional saudita.